Dia 23 de la invasión rusa a Ucrania. Mientras avanza la guerra, sin certezas hasta el momento de cómo y cuándo finalizará, las principales instituciones internacionales han advertido que el conflicto necesariamente tendrá un impacto en el crecimiento y la inflación mundial.
La recuperación económica, luego de dos años de pandemia por el coronavirus, se ve ahora interrumpida por el ataque de Vladimir Putin. Si bien los pronósticos no suelen ser totalmente precisos, el miércoles, el Fondo Monetario Internacional advertía que este conflicto frenaría la recuperación y provocaría un aumento de la inflación. Según el organismo, su previsión anterior de un crecimiento mundial del 4,4 % este año debe olvidarse y se está preparando para corregir esta cifra a la baja en sus encuentros a mediados de abril.
Casi al mismo tiempo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tras analizar las primeras consecuencias cuantificadas de la guerra en suelo europeo, intentaba predecir un escenario algo más cauteloso. De acuerdo a los dichos del secretario general, Mathias Corman, “no estamos en condiciones de presentar pronósticos generales debido a la naturaleza evolutiva de la situación”
Para los analistas, otro reflejo esperado, fue la decisión de la Fed de elevar las tasas de interés en un cuarto de punto el miércoles, en un movimiento destinado a abordar la inflación galopante en los Estados Unidos, situandola entre el 0,25% y el 0,50%.
“La invasión de Rusia a Ucrania está causando enormes dificultades humanas y económicas. Las implicaciones para la economía son muy inciertas, pero a corto plazo, es probable que la invasión y los eventos relacionados generen una presión alcista adicional sobre la inflación y pesen sobre la actividad económica de la Fed”, dijo en sus considerandos el organismo estadounidense.
Otro parámetro crucial es la política monetaria británica, una plaza financiera estratégica para los inversores. El Banco de Inglaterra (BoE), el primer gran banco central en comenzar a endurecer la política monetaria, está regresando los costos de endeudamiento a los niveles previos a la pandemia. Su giro llegó el día después del primer retoque por parte de la Reserva Federal estadounidense.
El arte de predecir lo que sucederá marca el pulso de los mercados y de estos tiempos. Mathilde Lemoine, economista jefe de Edmond de Rothschild, estima una caída del PIB mundial limitada a 0,7 puntos hasta el 3,9% este año si el conflicto no se internacionaliza.
“Todavía no sabemos cómo se desarrollará esto por completo, pero sabemos que dañará la recuperación mundial y aumentará aún más la inflación”, dijo Laurence Boone, economista jefe de la organización. Según la información actual disponible, la Organización estima la pérdida del PIB mundial en más de un punto porcentual este año. Esto reduciría el crecimiento al 3,5%.
El ataque ruso a Ucrania, desató un arsenal de sanciones por los europeos y los estadounidenses contra el Kremlin, el cual provoca un shock en las cadenas de suministro, ya asfixiada por la crisis del Covid 19. Los precios de la energía y de muchos otros productos, en particular los agrícolas y derivados, han subido estos días. Estos movimientos no deberían encontrar pronta calma.
En este contexto la zona euro parece la mas afectada. La misma ha visto una merma de 1,4 puntos mientras que en Estados Unidos el descenso se limitará a 0,9 puntos. Hasta el momento, el primero en retocar sus predicciones frente al conflicto bélico, fue el Instituto económico alemán (IFW). Observado de cerca por la relevancia en el bloque europeo, indicó que espera que el PIB de Alemania sólo crezca un 2,1% frente al 4% anterior. Desde Francia, el día anterior, el Instituto de Estadísticas del país (INSEE) había señalado que la guerra en Ucrania reduciría el crecimiento del hexágono en un punto.
Para la OCDE, como resultado del impacto sobre los precios de las materias primas, de las que Rusia y Ucrania son los destacados abastecedores, en la zona euro la inflación adicional se calcula en 2,4%, mientras que Estados Unidos lo está haciendo algo mejor, lo que llevará a un aumento de 1,5% más.
Boone, durante una rueda de prensa, explicó que “si los precios de los combustibles se multiplican por dos, esto se traducirá en un punto porcentual adicional de inflación y medio punto de crecimiento menos”. En Europa, los precios de los carburantes se han elevado hasta un 40%, incluso provocando protestas y huelgas de transportistas.
Esta semana, tambien hubo otro duro vaticinio del Fondo Monetario Internacional. Según el organismo, es posible que la inseguridad alimentaria empeore en partes de África y Medio Oriente, donde países como Egipto importan el 80 % de su trigo de Rusia y Ucrania. Un cese completo de las exportaciones de trigo desde estos países provocaría “un mayor riesgo de crisis económicas en algunos países pero también a desastres humanitarios con un fuerte aumento de la pobreza y el hambre”
La inflación de los precios de los alimentos generada por el alza de los precios del trigo (+90%), el maíz (más del 40%), dos cereales en los que Ucrania y Rusia son jugadores centrales, además de un posible desabastecimiento, provocará fuertes tensiones internas en los otros países productores. La presión por precios internacionales mas alto, alentará las exportaciones frente a la demanda interna, algo muy conocido en países latinoamericanos.
Estos escenarios podrían ser aún mas pesimistas. El crecimiento global se verá severamente afectado, especialmente si el conflicto se prolonga en el tiempo. Esto implicaría correcciones de pérdidas hacia arriba.
Mientras tanto, la Agencia Internacional de Energía dijo el viernes que esperaba que la próxima reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) “aliviara el mercado” y pidió a los países productores de petróleo que estén “en el lado seguro”. Una llamada para aumentar notablemente su producción, y que incline la balanza hacia la baja en los precios de los hidrocarburos.