El Kremlin aseguró hoy que las personas consideradas traidores se decantan por sí mismos y desaparecerán de la sociedad rusa en medio de las tensiones ocasionadas por la campaña militar de Moscú en Ucrania, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
”Muchas personas se proyectan, hablando en ruso, como traidores. En tiempos tan difíciles y situaciones tan emotivas como las actuales, mucha gente muestra su esencia. Ellos mismos desaparecen de nuestras vidas”, afirmó.
Al comentar las declaraciones de la víspera del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre una “quinta columna” en Rusia, Peskov aseguró que el proceso de “limpieza” de la sociedad tiene lugar por decantación natural, “algunos violan las leyes y son castigados por eso en correspondencia con los veredictos de las cortes”.
Este miércoles Putin arremetió contra Occidente, al que acusó de “apostar por la llamada quinta columna, los traidores nacionales”, y aseguro que todos los pueblos, y en especial el ruso, “siempre saben distinguir a los patriotas verdaderos de los miserables y los traidores y los escupirá como a una mosca que entró en la boca”.
Según el mandatario ruso, se trata de un proceso “natural y necesario de autolimpieza de la sociedad” que solo fortalecerá al país.
El inicio de la llamada “operación especial militar” rusa en Ucrania, rechazada por la comunidad internacional, también incrementó las tensiones dentro de la propia Rusia, en la que miles de personas han salido a las calles a protestar y cientos de personalidades han expresado su desacuerdo con esta conflagración.
Las autoridades rusas han respondido con la aprobación de una ley que castiga con graves multas y penas de prisión la difusión de “información falsa” sobre las Fuerzas Armadas y los llamamientos a adoptar sanciones contra el país.
Las declaraciones de Putin han reavivado en la sociedad rusa el temor al fantasma de las purgas estalinistas, un trauma que perdura pese a que han pasado casi siete décadas desde la muerte del dictador soviético.
LA DENUNCIA ANTE LA ONU
La semana pasada, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, había denunciado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU las miles de detenciones de opositores a la guerra que Rusia lleva adelante en Ucrania.
Un total de “12.700 personas fueron detenidas arbitrariamente por haber participado en manifestaciones pacíficas” contra la guerra iniciada el 24 de febrero, denunció Bachelet.
En Rusia “el espacio para la discusión o la crítica de las políticas públicas, incluida la acción militar contra Ucrania, se está reduciendo cada vez más y más profundamente”, dijo Bachelet, que denunció además la censura de la prensa.
Los “medios se ven obligados a utilizar únicamente información y términos oficiales”, dijo la responsable de derechos humanos de la ONU.
También se mostró conmovida por “el uso de leyes represivas” que impiden a las personas ejercer sus derechos civiles y criminalizan el comportamiento no violento.
“Las definiciones vagas y amplias de extremismo o incitación al odio han llevado a interpretaciones legales que no están en línea con las obligaciones de derechos humanos de Rusia”, acusó Bachelet
“Estoy profundamente preocupada por los civiles que están atrapados en muchas áreas” de combate activo, dijo Bachelet refiriéndose a la situación en Ucrania.
Bachelet exhortó a todas las partes a que permitan que los civiles “salgan de los lugares afectados por los combates de manera segura”.
También denunció detenciones arbitrarias en el este de Ucrania de activistas proucranianos en lugares recientemente ocupados por grupos armados y, por el contrario, palizas a personas percibidas como prorrusas en áreas controladas por el gobierno de Kiev.
(con información de EFE)
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