Corea del Sur superó este jueves un nuevo récord de contagios de COVID-19 en un momento en que las autoridades consideran que el país está alcanzando el pico de la ola provocada por la variante Ómicron.
La Agencia para el Control y la Prevención de Enfermedades Infecciosas de Corea (KDCA) reportó 621.328 casos detectados el miércoles, de los cuales solo 62 eran de personas que habían llegado procedentes del extranjero.
La cifra supone un salto del 55% con respecto a los datos de la víspera y un 120% más en relación a los de hace una semana.
También se reportó récord de muertes diarias, 429 (la tasa de mortalidad está en el 0,14%), aunque el número de personas con síntomas entre moderados y graves se redujo en unos 100 pacientes con respecto al miércoles, hasta 1.159.
El Ministerio de Sanidad ha dicho que considera que el pico de la actual ola causada por la variante Ómicron se alcanzará esta semana o la siguiente y el primer ministro, Kim Boo-kyum, ha solicitado revisar los protocolos para reclasificar el COVID-19 como una enfermedad menos grave.
Esto permitiría más flexibilidad a los servicios sanitarios para combatir un número creciente de positivos que a su vez son casos con síntomas leves o asintomáticos en su mayoría.
A su vez, las autoridades llevan tiempo relajando de manera escalonada las restricciones en vigor y mañana mismo hay prevista una reunión en la que se debe decidir sobre la extensión o relajación de las medidas principales (cierre obligatorio de hostelería a las 23.00 y reuniones de un máximo de 6 personas).
El país asiático, donde el 86,6% de la población tiene doble pauta de vacunación y el 62,8% la dosis de refuerzo, es uno de los que mejor ha manejado la pandemia, especialmente al principio, y a día de hoy suma unas 8.250.000 infecciones y algo más de 11.400 fallecidos.
(Con información de EFE)
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