Italia confiscó el yate a vela más grande del mundo a un oligarca ruso

El navío, valuado en 530 millones de euros, era propiedad del magnate Andrey Melnichenko, quien figura en la lista de personas a sancionar de la Unión Europea por la invasión de Ucrania

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FOTO DE ARCHIVO: El yate
FOTO DE ARCHIVO: El yate a motor a vela de 142,81 metros Sailing Yacht A, propiedad del magnate ruso Andrey Melnichenko, es visto frente al puerto de Mónaco, el 4 de mayo de 2017. REUTERS/Stefano Rellandini

Las autoridades italianas han confiscado el yate a vela más grande del mundo, propiedad del magnate ruso Andrey Melnichenko, cuando se encontraba atracado en el puerto de la ciudad de Trieste (nordeste), informaron este sábado fuentes gubernamentales.

Melnichenko, uno de los hombres más ricos de Rusia, fundador del banco MDB y con inversiones en el sector petroquímico, figura en la lista de oligarcas a sancionar de la Unión Europea (UE) por la invasión de Ucrania lanzada por el régimen de Vladimir Putin.

El “megayate”, incautado en la noche del viernes por agentes de la Guardia de Finanza (policía fiscal y de fronteras), tiene un valor estimado de 530 millones de euros (578 millones de dólares), según las fuentes.

El Gobierno italiano de Mario Draghi sigue incautando los bienes de los oligarcas rusos en el país, después de que el pasado 5 de marzo bloqueara 150 millones de euros (163 millones de dólares) en activos bloqueando yates y villas.

El superyate del multimillonario ruso
El superyate del multimillonario ruso Andrey Igorevich Melnichenko que ha sido secuestrado por la policía financiera italiana se ve en el puerto norteño de Trieste, Italia, el 12 de marzo de 2022. Imagen tomada con un dron. REUTERS/Giorgio Boemo

Entre estos estaba el megayate “Lady M”, amarrado en Imperia, en la costa ligur, en el noroeste de Italia y perteneciente a Alexei Mordashov, presidente del conglomerado metalúrgico y energético Severstal y que cuenta con un tercio de las acciones de la agencia de viajes TUI, la mayor del mundo.

Posteriormente también se dictó y ejecutó otra orden contra el yate “Lena”, de Gennady Timchenko, situado en el puerto de San Remo, con un valor estimado de aproximadamente 50 millones de euros (54 millones de dólares), según las mismas fuentes.

Así como una suntuosa mansión del siglo XVII, la villa Lazzareschi, situada en las colinas de Capannori, cerca de Lucca (Toscana, centro) y que fue adquirida en 2018 por tres millones de euros por el empresario ruso Oleg Savchenko.

La nave requisada ahora, la de Melnichenko, nacido en la Bielorrusia soviética, es el yate a vela más grande del planeta y fue bautizado como “SY A” (Sea Yatch Aleksandra), en honor a su esposa, la modelo Aleksandra Kokotovic.

El yate de Andrey Melnichenko
El yate de Andrey Melnichenko en el puerto de Mónaco. REUTERS/Stefano Rellandini

De estilo moderno, de 119 metros de eslora, fue diseñado por el arquitecto Philippe Starck y construido en el astillero alemán Blohm & Voss hasta su entrega al empresario en el año 2008.

Un oligarca cercano al Kremlin advirtió a Putin que las expropiaciones llevarían a Rusia “de vuelta a 1917″

Vladimir Potanin, uno de los oligarcas más ricos de Rusia y confidente del Kremlin, criticó los planes para confiscar activos de empresas extranjeras que abandonan el país, comparándolos con la revolución bolchevique de 1917.

Potanin, que dirige la compañía minera Nornickel, trazó el paralelo mientras el gobierno de Vladimir Putin busca cómo responder a las sanciones occidentales masivas contra Moscú por su invasión a Ucrania.

Las confiscaciones no se han anunciado, pero se han planteado como una idea para devolver el golpe a Occidente.

FOTO DE ARCHIVO: El presidente
FOTO DE ARCHIVO: El presidente ruso, Vladímir Putin, asiste a una reunión con miembros del Gobierno a través de una videoconferencia en Moscú, Rusia, 10 de marzo de 2022. REUTERS/Sputnik/Kremlin/Mikhail Klimentyev

Pediría un enfoque muy cauteloso sobre el tema de las confiscaciones de las empresas que han anunciado que se van de Rusia”, dijo Potanin en un comunicado publicado por su compañía minera Nornickel en Telegram.

Esto nos llevaría cien años atrás, al año 1917, y las consecuencias de tal paso serían la desconfianza global hacia Rusia por parte de los inversores, que se sentiría durante muchas décadas”, subrayó.

Una oleada de empresas occidentales, desde H&M hasta McDonald’s e Ikea, han suspendido su trabajo en Rusia desde que Moscú lanzó su incursión en Ucrania.

Potanin predijo que las empresas occidentales regresarían y dijo que decidieron irse durante “una presión sin precedentes sobre ellas debido a la opinión pública en el extranjero”.

Personalmente, mantendría esta oportunidad para ellos”, agregó.

(Con información de EFE y AFP)

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