Un vuelo humanitario despegó este sábado de Varsovia, Polonia, a bordo de un Boeing 787-8 Dreamline con destino a Barcelona y Madrid con más de 220 personas a bordo, entre las que se encuentran familias ucranianas, mujeres y niños en su mayoría, que serán trasladadas a sus espacios de acogida gestionados por entidades de recepción de refugiados.
Este vuelo se realizó gracias a una alianza estratégica entre Open Arms y Solidaire, organización dirigida por el cineasta y piloto de aviones Enrique Piñeyro, y la colaboración de diferentes entidades de atención a refugiados como el ayuntamiento de Badalona, el ayuntamiento de Guissona, Mensajeros por la Paz, la Fundació Convent de Santa Clara y la Fundación Pro style en Polonia.
Con la mirada puesta en proteger la vida de los más vulnerables en el conflicto de Rusia y Ucrania, varias organizaciones se unieron en un tiempo récord para facilitar un corredor humanitario aéreo entre Polonia y España. Un comunicado de Open Arms y Solidaire señaló que el vuelo de este sábado también ha sido posible “gracias al enorme apoyo del Consulado General de España en Varsovia, Fundación DKV Integralia, Ergo Hestia (Polonia) y la empresa Audax Renewables que se ha hecho cargo de la logística en origen”.
Por otra parte, Open Arms ha iniciado numerosas misiones destinadas a ayudar a la población ucraniana en los últimos días y afirmó que se llevarán a cabo nuevas acciones de respuesta inmediata en los próximos días.
“Desde hace unos días, estamos al cargo de la coordinación logística de emergencia en la zona metropolitana de Barcelona para el envío terrestre de material sanitario de emergencia, productos de primera necesidad y alimentos, bajo la coordinación de la embajada de Ucrania en España y en colaboración con distintas entidades”, señaló, y añadió que abrió una página web para ayudar a conseguir recursos para la emergencia de Ucrania.
Más de 2,3 millones de personas han huido de Ucrania desde que se inició la invasión de Rusia el pasado 24 de febrero, un éxodo de personas que se ha convertido en la mayor emergencia humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El uso indiscriminado de la violencia por parte del ejército ruso en territorio ucraniano contra la población civil ha obligado a millones de personas a abandonar sus hogares para ponerse a salvo. Se estima que más de 4 millones de personas se verán obligadas a huir a países vecinos si el conflicto se agrava.
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