Una profesora fue enjuiciada en Reino Unido por tener sexo con un alumno a quien compró golosinas y comida chatarra antes de acostarse con él.
En la Corte de la Corona de St Albans se escuchó como la mujer, que era asistente de docente y en el tiempo de los hechos tenía 21 años, también le dio marihuana al adolescente en su automóvil.
Hanna Harris, que ahora tiene 24 años, le dictaron una sentencia de seis años después de declararla culpable de actividad sexual con un niño y además fue incluida en el registro de delincuentes sexuales “indefinidamente”.
La extrabajadora de la escuela Henlow, en Bedforshire (Inglaterra), negó los cargos en su contra, pero fue delcarada culmpable en el juicio.
De acuerdo con lo que supo la corte, la profesora llevó al adolescente al supermercado para “comprar sus dulces favoritos”, luego le compró una hamburguesa en McDonald’s y le permitió fumar marihuana en su automóvil.
Después tuvo relaciones sexuales con el niño en un estacionamiento de Wilko, una cadena minorista británica.
La maestra participó en un engaño planeado junto con el joven a los padres de este, convenciéndolos de que el estudiante tenía una novia de nombre “Kayla” y que la madre de la chica estaba supervisando dicha relación.
En un mensaje de texto a los padres del menor Harris, haciéndose pasar por la madre de la supuesta novia, les dijo: “Parece que Kayla y... (el niño) se llevan bien, así que estoy feliz de llevarlos”.
Pero realmente la profesora estaba teniendo sexo con su estudiante en el estacionamiento.
Harris fue descubierto en enero de 2020 cuando el hermano mayor del niño se enteró de la naturaleza de su relación con la maestra de su escuela.
El niño admitió que “Kayla”, su supuesta novia, y “Olivia”, su supuesta madre, eran ficticias.
Al sentenciar a Harris, la jueza Caroline Wigin le dijo: “Su conducta ha tenido un efecto devastador en la vida de ese joven”.
Para la jueza el comportamiento de Harris era un “abuso de confianza”, “preparación” e involucraba una “planificación significativa”.
“Me parece que hizo caso omiso de todas las advertencias que tenía”, dijo la jueza Wigin.
“Sabía muy bien, creo, que sus mensajes deberían haber sido capturados por usted e informados al personal superior. No hizo eso”, agregó.
Harris comenzó a llorar cuando la jueza dictó la sentencia.
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