La ONG Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este jueves la puesta en marcha de una campaña por parte del Gobierno ruso contra periodistas, disidentes y voces contrarias a la invasión de Ucrania.
La organización ha alertado de que al menos 150 periodistas han abandonado Rusia por el momento, si bien los profesionales que continúan en suelo ruso podrían enfrentarse a penas de hasta 15 años de prisión por utilizar palabras como “guerra” o instar a la “paz”, palabras ahora prohibidas, según la nueva legislación.
Además, Moscú ha bloqueado los principales medios de comunicación críticos con el Gobierno, ha cerrado emisoras de radio y ha forzado a decenas de periodistas a detener su trabajo o abandonar el país en una serie de medidas “sin precedentes”.
“Esto impide que la población acceda a información objetiva y parcial”, según ha alertado AI en un comunicado. El regulador de medios ruso, Roskomnadzor, ha bloqueado además el acceso a Twitter y Facebook.
“Durante dos décadas, las autoridades rusas han llevado a cabo una guerra encubierta contra las voces que disienten y han arrestado a periodistas y han tomado medidas contra medios independientes, obligándolos a imponer una autocensura”, señaló Marie Struthers, directora de AI para el este de Europa y Asia Central.
En este sentido, ha lamentado que desde que comenzó la invasión, el Roskomnadzor ha comenzado a establecer una “censura” propia de momentos de guerra para “silenciar a los disidentes”.
Cadenas como TV Rain han decidido suspender sus emisiones a causa de las posbiles represalias. A ella se han sumado canales como Znak.com, la emisora The Echo of Moscow o medios como Novaya Gazeta, que han retirado todos sus artículos sobre la guerra.
“La libertad de prensa no ha muerto en Rusia a pesar de los esfuerzos sin tregua de las autoridades. Los periodistas siguen haciendo un trabajo crucial, aunque no en las redacciones sino como trabajadores en el exilio. Puede que sus informaciones no salgan en la tele o en la radio, pero sus verdades son difundidas”, señaló Struthers.
Amnistía ha señalado que el Gobierno está haciendo uso, además, de legislaciones represivas para hacer frente a las voces críticas. Sin embargo, a pesar de todo ello, la población sigue saliendo a la calle para protestar contra la invasión.
Según datos de la ONG OVD-Info, cerca de 13.800 manifestantes han sido detenidos de forma arbitraria durante las protestas registradas desde el pasado 24 de febrero en Rusia. Esta cifra incluye a 5.000 manifestantes detenidos en unas 70 ciudades durante una sola jornada.
“La gente valiente en Rusia que se opone a la guerra se enfrenta a un grave riesgo personal. Cuando salen a la calle, lo que ya es un crimen a los ojos de las autoridades, y exigen el fin de la guerra, su mensaje representa un contraste tan flagrante hacia la propaganda estatal que los coloca en el punto de mira de las fuerzas de seguridad”, declaró Struthers, que ha instado a aplaudir su actitud.
La representante de AI ha manifestado que “en tiempos oscuros como estos, solo la solidaridad y la buena voluntad pueden desafiar el ataque de la violencia estatal y la anarquía desenfrenada”.
Por eso, ha hecho un llamamiento a las autoridades rusas para que “pongan fin a su implacable ataque contra las organizaciones de la sociedad civil y los periodistas”. “Pedimos a la comunidad internacional que proporcione todo el apoyo posible a los reporteros rusos, defensores de los Derechos Humanos y activistas que continúan diciendo la verdad y oponiéndose a la injusticia a pesar de sufrir terriblemente por su causa”, zanjó.
Con información de EuropaPress
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