Estados Unidos advirtió este miércoles que Rusia sufrirá una “derrota estratégica” en Ucrania, al remarcar que ya “ha fracasado en sus principales objetivos” cuando han pasado ya casi dos semanas tras la invasión rusa.
Así lo indicó el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en una rueda de prensa conjunta con la ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss, en Washington.
“Al final, estoy absolutamente convencido de que (el presidente ruso Vladímir) Putin fracasará, y de que Rusia sufrirá una derrota estratégica en Ucrania”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.
El secretario de Estado además afirmó que Putin rechazó todas las ofertas para descalar el conflicto y que lo único que hizo fue aumentar los bombardeos en Ucrania, donde miles de civiles perdieron la vida y millones se encuentran atrapados con dificultades para huir.
“Hemos tratado de proporcionar posibles salidas al presidente Putin. Él es el único que puede decidir si tomarlas o no. Hasta ahora, cada vez que ha tenido la oportunidad de hacer eso, presiona el acelerador para continuar por ese camino lleno de terror”, dijo Blinken.
“Tiene un plan claro en este momento para brutalizar a Ucrania, pero ¿con qué fin?”, dijo Blinken, y agregó que los ucranianos han demostrado que no aceptarán ningún “régimen títere” .
Blinken, quien acaba de regresar de una gira donde visitó varios países europeos fronterizos con Ucrania donde se concentran los refugiados, enfatizó que Rusia “ya ha fracasado en sus principales objetivos”.
“La cuestión ahora -señaló- es si el presidente Putin decide o no tratar de rebajar las pérdidas que se ha producido a sí mismo y al pueblo ruso”.
Sobre la posibilidad de reforzar una zona de exclusión aérea en Ucrania, tal y como ha solicitado el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, Blinken y Truss coincidieron en su rechazo.
La diplomática británica dijo que “la realidad es que establecer esta medida llevaría a una confrontación directa entre la OTAN y Rusia”, algo que la Alianza no quiere.
En la misma línea se expresó Blinken al indicar que “el objetivo es que termine la guerra, no expandirla”.
Ambos diplomáticos defendieron la dureza y eficacia de las sanciones económicas adoptadas por Occidente, a las que Londres y Washington sumaron este martes el veto a la importación de petróleo desde Rusia.
En esa línea, instaron a los países del G7 a prohibir la importación de petróleo ruso, afirmando que las principales economías del mundo deberían “ir más lejos y más rápido” para castigar a Moscú por invadir Ucrania.
“Debemos redoblar nuestras sanciones. Esto incluye que el G7 ponga fin a su uso del petróleo y gas ruso”, manifestó Truss, durante la conferencia conjunta.
La jefa de la diplomacia británica también llamó a prohibir que los bancos rusos utilicen el sistema de mensajería bancaria SWIFT y destacó la unidad transatlántica contra la agresión rusa, al subrayar que la fuerza de la alianza “ha sorprendido” al presidente Vladimir Putin.
“Ahora no es el momento de aflojar. Putin debe fracasar”, remarcó Truss, quien viajó a Washington para mantener una reunión con su homólogo norteamericano.
Por su parte, Blinken instó a Rusia a respetar los corredores humanitarios y permitir que los ucranianos abandonen las ciudades que se enfrentan a un “implacable bombardeo” de las tropas rusas.
El secretario de Estado norteamericano comparó la situación actual en Ucrania con las luchas del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. En ese sentido, sostuvo que al ver a los ucranianos buscando refugio en Kiev es imposible no recordar a la gente que se refugiaba en las estaciones de metro de Londres durante los bombardeos de la Alemania nazi en 1942.
Al respecto, consideró “absurda” la propuesta del Kremlin de crear corredores de evacuación que lleven desde Ucrania a Rusia y a su vecino y aliado Bielorrusia: “Es ofensivo sugerir que los ucranianos busquen refugio del mismo gobierno que ha demostrado tal desprecio por sus vidas”.
Mientras los bombardeos continúan en Ucrania, y cuando se cumplen casi dos semanas de la invasión rusa, más de 2,15 millones de ucranianos han huido ya de su país, principalmente hacia Polonia y Hungría.
Según el más reciente recuento de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hasta el 7 de marzo, se pudo verificar y documentar que 474 personas murieron en los ataques, entre ellos 29 niños; y un total de 861 fueron heridas, entre las cuales se encuentran 44 menores.
No obstante, apuntó que las cifras reales de heridos y muertos son seguramente más altas, dado que las informaciones llegan con dificultades, especialmente de ciudades como Mariúpol, Volnovaja y Izium, donde los combates arrecian y se habla de cientos de víctimas más.
Con información de EFE
Seguir leyendo: