La sociedad civil ucraniana sigue siendo víctima de la brutal invasión rusa. Este martes se confirmó la muerte de Tatiana Perebeinis, contadora jefa de la compañía de software SE Ranking, quien fue asesinada junto a sus dos hijos por las tropas de Vladimir Putin cuando intentaban huir de la ciudad de Irpin.
Los primeros informes indican que Tatiana, de 43 años, sus dos hijos (Alise, de 9 años, y Nikita, de 18) y otro hombre intentaban escapar de Irpin cuando las fuerzas rusas les dispararon.
El pasado domingo el New York Times documentó cómo fue el ataque en el que perdieron la vida: “A medida que los morteros se acercaban a los civiles, la gente corría, tratando de encontrar un lugar seguro. Pero no había nada para esconderse. Un proyectil cayó en la calle, levantando una nube de polvo de hormigón y dejando a una familia -una mujer, su hijo adolescente y su hija, que parecía tener unos 8 años, y un amigo de la familia- tendida en el suelo”.
“Los soldados se apresuraron a ayudar, pero la mujer y los niños estaban muertos. Un hombre que viajaba con ellos aún tenía pulso pero estaba inconsciente y gravemente herido. Más tarde murió”, reportó el diario neoyorquino.
La familia llevaba un equipaje, una maleta azul con ruedas, algunas mochilas y a su perro en una canasta.
“Estamos devastados al decir que ayer nuestra querida colega y amiga Tatiana Perebeinis, la jefa de contabilidad de SE Ranking, fue asesinada junto con sus dos hijos por la artillería de mortero rusa”, indicó SE Ranking, compañía de software de la norteamericana Palo Alto, un comunicado.
“No hay palabras para describir nuestra pena ni para reparar nuestro dolor. Pero para nosotros es crucial no dejar que Tania y sus hijos Alise y Nikita se queden en meras estadísticas. Su familia fue víctima del fuego no provocado contra civiles, que según cualquier ley es un crimen contra la humanidad”, condenó la empresa para la que trabajaba Tatiana.
En esa línea, la compañía sostuvo que “el ejército ruso es criminal y debe ser detenido”.
“Nuestros corazones están rotos. Nuestras oraciones son para todos los ucranianos, que luchan por su derecho a existir”, concluyó el texto.
Ksenia Khirvonina, directora de relaciones públicas de la empresa, comentó que Tanya y su familia se trasladaron a Kiev desde Donetsk en 2014, cuando empezó la guerra allí tras la invasión de las tropas rusas.
En 2018, junto a su esposo Sergiy compraron un apartamento en Irpin, un suburbio “turístico” de Kiev.
Según comentó Khirvonina, un proyectil destruyó el apartamento de la familia, por lo que se vieron obligados a dormir en el sótano, hasta que decidieron huir de la ciudad asediada por las tropas rusas.
Ucrania comenzó a evacuar a la población civil de Irpin, en la región de Kiev, donde unos 3.000 civiles han recibido asistencia, informó este martes el Servicio Estatal de Emergencias del país.
”La evacuación de la población de Irpin está en marcha. Casi 3.000 civiles recibieron asistencia. El trabajo está en marcha”, escribió la agencia en su canal oficial de Telegram.
Esta evacuación de Irpin, localidad al noroeste de Kiev y de casi 43.000 habitantes, se produce tras días de intensos ataques rusos y tras múltiples obstáculos para evacuar a la población de la ciudad por la ofensiva rusa.
La población abandona la ciudad a través de un puente destruido.
El alcalde de la ciudad, Oleksandr Markushin, negó que Irpin esté totalmente ocupada por los rusos y aclaró que hay combates en su ciudad, parte de la cual si ha sido tomada, pero la otra “lucha y no entrega posiciones”.
Pese a los ataques, la Policía y el Ejército pudieron sacar a 200 civiles de la zona de combate, incluidos 50 niños y un herido, según el Ministerio del Interior ucraniano. El lunes también hubo otros 200 civiles que lograron abandonar el área, según el Centro de Comunicaciones Estratégicas y Protección de la Información.
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