El laboratorio Moderna, desarrollador de una de las dos vacunas con tecnología mRNA contra el COVID 19 aceptada en los Estados Unidos, se ha comprometido a no ejercer su poder sobre la patente de la vacuna ante las fábricas que la desarrollen en países de medianos y bajos ingresos. Es decir, no les cobrará por el derecho a fabricar la vacuna.
La definición de estos países es menos ambigua de lo que parece. Se trata de 92 naciones que pertenecen a la asociación del Compromiso Gavi COVAX para el avance del mercado, una organización internacional conformada para combatir la inequidad de acceso a la vacuna y asegurar los recursos para que en los países de medianos y bajos ingresos se pueda producir la vacuna.
“Estamos comprometidos a vencer la pandemia en todo el planeta y estamos haciendo tangible ese compromiso al no ejercer nuestros derechos de patentes relacionadas al COVID 19 en los países de medianos y bajos ingresos. Estamos enfocados en combatir el COVID 19 en todo el planeta y en estar preparados para la próxima pandemia”, indicaba Stèphane Bancel, CEO de Moderna a través de un comunicado enviado a las salas de redacción.
En los países que no son parte de este grupo de 92 naciones, el laboratorio espera que “aquellos que usen las tecnologías patentadas por Moderna respeten la propiedad intelectual de la empresa. Moderna tiene intenciones de llegar a acuerdos comerciales razonables con las fábricas que utilicen sus patentes en los países por fuera de Gavi COVAX”.
La única excepción ocurrirá en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Si bien Sudáfrica no es parte de las 92 naciones del Gavi COVAX, el país es cede de una de las oficinas centrales de la Organización Mundial de la Salud, la Afrigen Biologics, a quien Moderna autorizó a utilizar su tecnología sin necesidad de pagar derechos de propiedad intelectual.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en África hasta febrero de 2022 solo el 11 por ciento de la población estaba completamente vacunado contra el COVID 19. Diversos países de este continente han expresado dificultades a la hora de distribuir vacunas y más aún, a la hora de fabricarlas.
En el mundo, el 65 por ciento de la población está vacunada, pero las cifras son extremadamente dispares entre los Estados Unidos y los países europeos, donde ya se ha empezado a dar vuelta la página de la pandemia, y otras regiones.
Para intentar colaborar con esa disparidad, desde Moderna anunciaron además un acuerdo con el gobierno de Kenia para ayudarlos a instalar una fábrica capaz de producir vacunas con la tecnología mRNA en la que se podrían fabricar 500 millones de dosis de la vacuna contra el COVID 19 al año.
Pero la idea es que la colaboración sobrepase la crisis del COVID 19. Moderna quiere usar el laboratorio de Kenia para lanzar un programa mediante el cual se puedan desarrollar vacunas con tecnología mRNA capaces de atacar diversas enfermedades infecciosas que han recibido históricamente menos recursos para combatirlas que el coronavirus.
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