La trata de mujeres ucranianas se ha convertido en “una peligrosa realidad, alimentada por el conflicto”, en el marco de la crisis de refugiados desencadenada por la ofensiva militar de Rusia en el país europeo, ha advertido la ONG World Vision.
La jefa regional de la Oficina Regional de World Vision para Oriente Próximo y Europa del Este, Eleanor Monbiot, ha resaltado que las zonas del este de Europa presentaban “un alto riesgo” para las mujeres vulnerables de ser víctimas de la trata de personas incluso antes de este conflicto.
Pero, según Monbiot, que ha liderado la respuesta de World Vision a la crisis de Ucrania y a muchos otros conflictos en curso, como los de Siria y Afganistán, ha puesto el foco en que la guerra en Ucrania “está provocando que muchas más mujeres sean vulnerables”.
“El desplazamiento, la caída repentina en la pobreza extrema, la viudedad, la pérdida o la separación de los miembros de la familia y muchas otras características de este conflicto están creando un número incontable de mujeres vulnerables cada hora”, ha agregado la portavoz de la ONG, que ha resaltado que el Día de la Mujer se celebra este año en el decimotercer día del conflicto en Ucrania.
Monbiot ha explicado que, en los últimos años, se ha podido constatar que la mayoría de las víctimas de la trata de personas detectadas en Europa proceden de los Balcanes y de los países de la antigua Unión Soviética, en particular de Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Rusia y Moldavia.
En este sentido, World Vision ha realizado un estudio en Rumanía, país que recibe un gran número de refugiados ucranianos, que ha confirmado la incidencia del tráfico de personas en el país.
El trabajo, realizado entre 200 niñas rumanas de entre 14 y 19 años, ha revelado que el 97 por ciento de las encuestadas había oído hablar de casos de trata de personas y más de la mitad, el 53 por ciento, creía que las mujeres eran las que corrían más riesgo.
Cuando se les preguntó cómo describirían la trata de personas en Rumanía, el 72 por ciento dijo que la trata se ejercía a través de la prostitución, seguida del secuestro --67 por ciento--, la compra o venta --65--, el trabajo forzado --34 por ciento-- y la mendicidad forzada --30 por ciento--.
La directora nacional de World Vision Rumanía, Mihaela Nabar, cuya oficina ha encabezado la respuesta de la ONG en el apoyo a los refugiados en Rumanía y a través de las fronteras, así como a las personas vulnerables dentro de Rumanía, ha apuntado que los refugiados que entraron en el país vecino la semana pasada son, en su mayoría, mujeres, a menudo madres con dos o tres hijos que necesitan cuidados, mujeres embarazadas o jóvenes que escapan de la guerra.
“Están asustadas y agotadas tras días de caminata para llegar a la frontera. Sin embargo, no sólo temen por ellas mismas: muchas temen por sus hijos, por los padres o por los cónyuges que han dejado en casa”, ha añadido, remarcando que el riesgo de la trata de personas en Europa del Este ahora “es aún mayor”.
(Con información de Europa Press)
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