La compañía proveedora de internet Lumen también se retira de Rusia

La empresa estadounidense de telecomunicaciones anunció la ruptura de sus relaciones comerciales con el país gobernado por Vladimir Putin

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Lumen Technologies Inc., el operador
Lumen Technologies Inc., el operador de red de fibra antes conocido como CenturyLink, dejará de operar en Rusia

La compañía Lumen, uno de los principales proveedores de internet en Rusia, anunció este martes que rompía sus relaciones comerciales con Rusia en repudio a la invasión a Ucrania y se convirtió en el segundo operador de telecomunicaciones estadounidense que toma esta medida en los últimos días, tras el anuncio del viernes de Cogent Communications.

Lumen Technologies Inc., el operador de red de fibra antes conocido como CenturyLink, informó su retirada de territorio ruso en un comunicado publicado en su sitio web: “Hemos decidido desconectar la red debido al aumento del riesgo de seguridad dentro de Rusia. Todavía no hemos sufrido interrupciones en la red, pero dado el entorno cada vez más incierto y el mayor riesgo de acción estatal, hemos tomado esta medida para garantizar la seguridad de nuestra red y la de nuestros clientes, así como la integridad permanente de la Internet mundial”.

Según expertos en telecomunicaciones, es probable que estas retiradas de Lumen y Cogent dificulten el acceso de los rusos a los servicios internacionales, como los sitios de noticias y las redes sociales con sede en Occidente. El acceso a las redes internas de Rusia no se vería afectado.

Un análisis de la empresa de supervisión de internet Kentik señala que, con la salida de Cogent y Lumen, las principales fuentes de datos internacionales que quedan en Rusia son empresas occidentales con sede en Suecia, Italia y el Reino Unido. “Estamos en un territorio desconocido”, dijo Doug Madory, director de análisis de internet en Kentik, consultado por el diario The Washington Post. “Esto va a sumar. Creo que se va a notar”, afirmó.

Foto de archivo del discurso
Foto de archivo del discurso del presidente ruso Vladimir Putin donde anunció el inicio de una operación militar en Ucrania el 24 de febrero de 2022 (REUTERS)

Esta decisión también se suma a la de decenas de empresas estadounidenses que anunciaron la suspensión de servicios en Rusia como castigo por la invasión a Ucrania.

El gigante de los refrescos Coca Cola anunció este martes que dejará de operar en Rusia y su competidor PepsiCo informó que prevé suspender la venta de bebidas pero seguir suministrando alimentos. A esta lista también se sumaron Starbucks, McDonald’s y Kentucky Fried Chicken (KFC) que anunciaron el cierre temporal de sus locales en suelo ruso.

“El conflicto en Ucrania y la crisis humanitaria en Europa han causado un sufrimiento indecible a personas inocentes. Nos unimos al mundo para condenar la agresión y la violencia y rezar por la paz”, señaló McDonald´s en un comunicado.

La suspensión del negocio de estas franquicias mundiales supone para Rusia un golpe suplementario en el mismo día en que el presidente de EEUU, Joe Biden, anunció la prohibición de importación de petróleo, gas natural y carbón de Rusia.

Soldados ucranianos caminan por delante
Soldados ucranianos caminan por delante de los restos de un camión militar calcinado en una calle de Kiev, Ucrania, el 26 de febrero de 2022 (AP Foto/Efrem Lukatsky)

También Amazon anunció este martes que ha bloqueado nuevos accesos a sus servicios de la nube en Rusia y Bielorrusia, según informó la compañía en un comunicado. “Dadas las circunstancias actuales, la incertidumbre y la falta de crédito disponible en Rusia ahora mismo, no aceptaremos nuevos clientes rusos en estos momentos”, detalló Drew Herdener, portavoz de la empresa.

En días pasados, otras importantes marcas globales aplicaron diversas medidas contra Rusia: las grandes tecnológicas -Google, Meta (Facebook), Apple y Youtube- interrumpieron sus servicios en territorio ruso, lo mismo que hicieron las compañías de pago internacional Visa y Mastercard, la multinacional del mueble Ikea o la de alimentación Nestlé.

Estos dos últimos nombres demuestran que el movimiento de boicot no es exclusivamente estadounidense y que a él se suman compañías europeas de renombre, incluidas firmas generalmente alérgicas a implicarse en pronunciamientos políticos como las marcas del lujo LVMH, Hermès o Chanel, que también han cerrado sus tiendas en Rusia.

Con información de EFE

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