El ejército ruso amenazó con atacar a los países vecinos de Ucrania. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, advirtió que algunos aviones de combate ucranianos se han trasladado a Rumanía y a otros vecinos de Ucrania que no identificó.
El funcionario del Kremlin afirmó que si esos aviones de combate atacan a las fuerzas rusas desde el territorio de esas naciones, “podría considerarse como una participación de esos países en el conflicto militar.”
“Prácticamente, toda la aviación del régimen de Kiev apta para el combate fue destruida. Pero sabemos por una fuente segura que algunos aparatos ucranianos volaron hacia Rumania y otros países vecinos”, dijo Konashenkov.
“Eso es pura retórica para desviar la atención de lo que está ocurriendo realmente en el terreno: civiles muertos, normas de un conflicto armado que están siendo burladas”, reaccionó el primer ministro rumano, Nicolae Ciuca, en una entrevista por televisión.
El gobierno ruso “ya puede intentar meternos miedo [...], no tenemos ninguna razón para sentirnos amenazados”, agregó.
Ciuca mencionó un incidente reportado por el ejército rumano el 24 de febrero, primer día de la ofensiva rusa, cuando un avión de combate ucraniano fue interceptado en el espacio aéreo rumano y obligado a aterrizar en ese país. El piloto explicó que había tenido problemas técnicos a bordo, según Bucarest.
“El avión volvió a despegar [el 1 de marzo] no armado desde Rumania, justo para evitar cualquier posible acusación” por parte de Moscú, subrayó el primer ministro, precisando que las autoridades rumanas hicieron público el incidente “con total transparencia”.
Ucrania, donde el ejército ruso realiza una intervención desde el 24 de febrero, insta a los países occidentales a establecer una zona de exclusión aérea sobre su territorio, algo que la OTAN rechazó, alegando un fuerte riesgo de confrontación directa con Moscú.
El sábado, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que Rusia consideraría como cobeligerante a cualquier país que intente imponer una zona de exclusión aérea en Ucrania.
Por otra parte, Rusia recrudeció este domingo los combates y bombardeos en Ucrania, donde el éxodo de refugiados ya supera el millón de personas y el asedio se estrecha sobre las principales ciudades.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, insistió hoy en que mantendrá su llamada “operación especial” en Ucrania, iniciada el 24 de febrero, hasta que acabe la resistencia en ese país a la invasión y acepte las demandas rusas, informa la agencia estatal rusa RIA Nóvosti, citando fuentes del Gobierno.
Así se lo comunicó en conversación telefónica a varios líderes internacionales que este domingo le han pedido infructuosamente un inmediato alto el fuego en Ucrania, como el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro israelí, Nafatí Benet, o el mandatario francés, Emmanuel Macron.
Según informó hoy el Elíseo, Putin no tiene intención de renunciar a los cuatro objetivos que se ha marcado con la invasión de Ucrania y los logrará bien por aceptación de Kiev o con la guerra.
Esas cuatros exigencias son lo que Moscú llama la “desnazificación” de Ucrania, su desmilitarización, el reconocimiento de la independencia de Crimea y el reconocimiento de la independencia del Donbás (este de Ucrania).
Putin aseguró a Macron que no tiene no tiene intención de atacar las instalaciones nucleares en Ucrania, después del ataque ruso el pasado viernes a la central de Zaporiyia, que causó un incendio en un edificio administrativo a unos cientos de metros de los seis reactores y el temor a una expansión del conflicto.
En Ucrania la evacuación de la población civil de la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol fracasó hoy por segundo día consecutivo por los ataques de las Fuerzas de Rusia en el área, según las autoridades ucranianas,
La evacuación de la población de ciudad, de 450.000 habitantes, se hubiera efectuado desde tres puntos mediante autobuses municipales y, siguiendo la ruta prevista y en una columna, en transporte privado.
Rusia invadió hace once días Ucrania y comenzó a bombardear las principales ciudades, provocando más de 2,000 civiles muertos, según las últimas cifras provisionales del Servicio Estatal de Emergencia ucraniano, y la huida de más un millón de personas, de acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
(Con información de EFE y AFP)
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