Naftalí Bennett sorprendió con un viaje a Moscú este sábado. En pleno día de descanso judío, el shabat, se reunió con Vladimir Putin en el Kremlin para intentar una negociación. Sin embargo, las perspectivas de que su mediación sea exitosa todavía es incierta.
Anshel Pfeffer, en su columna del diario israelí Haartez, asegura que para que haya algún tipo de mediación, ambas partes en conflicto deben estar abiertas a algún tipo de acuerdo. “Todo lo que ha dicho y hecho Putin en los últimos 10 días ha dejado claro que no se detendrá ante nada menos que la desmembración de Ucrania y su desmantelamiento como nación independiente”, recuerda.
El columnista asegura que el hecho de que la cumbre durara tres horas puede parecer impresionante, pero no es algo fuera de lo común en las reuniones entre Putin y los líderes extranjeros: “A menudo los arenga con largas conferencias sobre la falsa nacionalidad de Ucrania. Es probable que Bennett recibiera una lección de historia similar”.
Pfeffer cree que el israelí debe haber salido de la cita con “una pequeña posibilidad de alcanzar un alto el fuego temporal que pueda ayudar a aliviar el inmenso sufrimiento humano causado por la invasión rusa. Pero, lo más probable es que eso sea lo máximo que pueda salir de esto”.
Y afirma: “Putin no está dispuesto a que Ucrania viva de forma pacífica e independiente en las fronteras de Rusia… Es poco probable que Bennett haya hecho ceder a Vladimir Putin”.
Reunión en el Kremlin
Bennet fue el primer dirigente internacional en agendar un encuentro presencial con Putin desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero, ya que el primer ministro paquistaní, Imran Khan, fue recibido pen Moscú el 25, pero no abordó la crisis actual.
En el caso de Bennett, su cara a cara con el mandatario ruso tuvo lugar después de que las autoridades ucranianas pidieran a Israel ejercer de intermediario con Rusia.
Se filtraron pocos detalles sobre las discusiones que mantuvieron pero sí se sabe que antes de la cita, el israelí “había coordinado con Estados Unidos, Alemania y Francia” la visita a Moscú.
El Elíseo confirmó que el presidente francés, Emmanuel Macron, habló “con el primer ministro israelí esta mañana antes de que viajara, con el objetivo de coordinar los esfuerzos para lograr un alto el fuego”.
La importancia dada por Bennett a este rol de intermediario quedó reflejada en el hecho de que hizo una excepción en su costumbre de no participar en actos oficiales el shabat, día de reposo semanal para los judíos.
Sin embargo, según los analistas, las posibilidades de que Bennett influya en la posición de Putin parecen limitadas.
El redactor jefe del diario digital The Times of Israel destacó en un editorial que el primer ministro ha puesto a Israel “en el centro de la escena internacional”, pero se preguntó hasta qué punto “podrá contribuir de una manera u otra a limitar la actividad militar rusa”. “Putin no parece ser un hombre de pactos. ¿Logrará el primer ministro de Israel cambiar esto?”, añadió.
“Todo dependerá de las intenciones de Putin. Antes de la guerra, hizo caso omiso de Emmanuel Macron. Pero Rusia ahora se encuentra en una posición diferente y quizás intenta encontrar una salida”, explicó a la AFP Michael Oren, ex embajador de Israel en Estados Unidos.
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