Decenas de miles de personas salieron a las calles de Praga este viernes para pedir la paz y mostrar su oposición a la invasión rusa de Ucrania, al mismo tiempo que en otras ciudades checas también se celebraban concentraciones más pequeñas.
Muchos portaban la bandera azul y amarilla de Ucrania mientras se reunían en la plaza de Wenceslao, centro cultural y financiero de “la Ciudad Nueva” en la capital de República Checa.
Entre los oradores del acto se encontraban artistas y antiguos disidentes checos. El sacerdote católico Tomas Halik, ganador del Premio Templeton, dijo que el presidente ucraniano Volodimir Zelensky merecía el Premio Nobel de la Paz de este año. Halik también recordó la invasión de Checoslovaquia por parte de los Estados del Pacto de Varsovia en agosto de 1968, y dijo que la ocupación soviética que siguió había causado una “devastación cultural y moral”.
Y en un momento de la manifestación se transmitió un mensaje en video del presidente Zelensky, donde afirmó que “si Ucrania cae, toda Europa cae”.
El primer ministro de la República Checa, el conservador Petr Fiala, declaró el jueves que habrá impunidad para los checos que vayan a combatir en Ucrania contra las tropas rusas que han invadido a ese país.
“Hemos acordado que podemos garantizar la impunidad de las personas que quieran participar en los combates junto a los ucranianos, y esto se debe subrayar: sería una forma de amnistía que el Presidente otorgaría con mi refrendo”, señaló Fiala tras una reunión con el jefe de Estado, el socialdemócrata Milos Zeman.
Fiala descartó otorgar un permiso colectivo, debido a los riesgos que conlleva esa acción voluntaria de ayuda, o una excepción a la ley, que prohíbe a los ciudadanos checos alistarse en ejércitos extranjeros, lo que puede acarrear una pena máxima de cinco años de prisión. “Como primer ministro, no puedo animar ni apoyar a ningún ciudadano a ir a la guerra en territorio extranjero, pero hemos hablado de cómo algunas personas quieren ir allí”, ha dicho también el político conservador.
Praga estima que hay cerca de un centenar de checos interesados en desplazarse a Ucrania para tomar parte en los combates.
En la República Checa, que entró este viernes en estado de emergencia por la ola migratoria, vivían antes del comienzo de la guerra 160.000 ucranianos.
Desde que los tanques rusos comenzaran, hace una semana, la invasión a gran escala de Ucrania, al territorio checo han entrado 24.708 ucranianos, de los que más de 13.000 han recibido visados especiales que les permiten trabajar y acceder a la sanidad.
(Con información de EFE y Reuters)
Seguir leyendo: