Tim Davie, director general de la BBC, anunció que la corporación suspendió temporalmente el trabajo de todos los periodistas en Rusia, en respuesta a la ley aprobada por el parlamento local que impone penas de cárcel de hasta 15 años para las personas que difundan información “falsa”.
En un informe publicado en su sitio de internet, el jefe de la BBC indicó que “esta legislación parece criminalizar el proceso del periodismo independiente”.
“No nos deja otra opción que suspender temporalmente el trabajo de todos los periodistas de BBC News y su personal de apoyo dentro de la Federación Rusa mientras evaluamos todas las implicaciones de este desarrollo no deseado”, agregó
También especificó que el servicio de noticias en ruso seguirá funcionando desde fuera del país.
Censura a medios independientes
Además de la BBC, las autoridades rusas restringieron el acceso a otros portales para evitar que las noticias sobre la invasión a Ucrania circulen por el país con libertad.
Según el organismo regulador de medios (Roskomnadzor), el acceso a los portales de edición en ruso de la radiotelevisión internacional alemana Deutsche Welle, del portal independiente Meduza y de Radio Svoboda, antena rusa de RFE/RL, medio financiado por el Congreso estadounidense, fue “limitado” por pedido de la Fiscalía.
La BBC indicó en un comunicado que “prosigue el trabajo para que BBC News esté disponible en Rusia”.
Roskomnadzor argumentó que estas decisiones fueron tomadas a solicitud de la Fiscalía el 24 de febrero, el día en que se inició la invasión rusa de Ucrania.
Este viernes por la mañana, las páginas web de la BBC y Deutsche Welle se abrían de forma intermitente, pero algunos artículos dedicados a la guerra en Ucrania no se podían consultar, según constataron periodistas de la AFP en Moscú.
Los sitios de Meduza y de Svoboda estaban completamente inaccesibles.
Una despedida que conmovió a Rusia
“TV Rain temporariamente suspende sus actividades”. Ese mensaje breve, en formato digital por redes sociales, recorrió todo Moscú. Para millones de ciudadanos se trataba del fin de una época de independencia y voces libres en la televisión nacional. “Necesitamos fuerza para exhalar y entender cómo seguir trabajando. Realmente esperamos que vamos a volver al aire y continuar nuestro trabajo”, dijo esperanzada Natalya Sindeeva, CEO. Sin embargo, parecería más una muestra de aliento para el resto de los empleados que una verdadera posibilidad. TV Rain ya no estará al aire.
Al final de la emisión de noticias de la noche, el personal del último canal independiente se reunió alrededor de la mesa de redacción. Los presentadores decían por encima “no a la guerra” mientras todos se marchaban juntos. Una muestra de coraje y desafío a las autoridades del Kremlin que no quieren que ninguna señal ajena a su narrativa dé información verificada y objetiva a los rusos. Incluso, fuerzas policiales irrumpieron en las oficinas para ordenar también el cierre del canal de YouTube: no quieren que nadie hable de “guerra” o que la narrativa sea otra a la que marca el régimen.
Pero algo más ocurrió y un mensaje demoledor conmovió a la audiencia. La imagen del estudio vacío fue sustituida por el logotipo de la cadena de televisión y un pedido de donaciones. Ocurrió justo antes de que la emisión diera paso a una antigua grabación de una representación del ballet “El lago de los cisnes” de Piotr Tchaikovsky.
Pero elegir la reconocidísima pieza de Tchaikovsky no fue una elección más. El 19 de agosto de 1991, los rusos se despertaron con vídeos en bucle del Lago de los Cisnes en la televisión estatal soviética: una señal segura de que algo sísmico estaba ocurriendo. El pueblo sabía que algo radical estaba por suceder. Al parecer es un claro mensaje que millones entienden: se aproxima un cambio.
Con información de AFP, EFE, Reuters y AP
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