Durante una transmisión en vivo de un canal de noticias ruso, un economista y experto en estrategias bursátiles hizo un brindis por la “muerte” del mercado de valores de Rusia y dijo que no descartaba la opción de cambiar de profesión y ponerse a trabajar como imitador de Papá Noel.
Alexander Butmanov, fundador del club de inversión Soyuzniki y director general de DTI Algorithmic -que negocia acciones y fondos cotizados en los mercados financieros mundiales-, fue uno de los invitados del miércoles a un programa especial de RBC, un popular canal de noticias de negocios en Rusia, conducido por la periodista Elina Tikhonova.
Consultado por Tikhonova sobre si seguiría ejerciendo su profesión en plena crisis financiera por las sanciones internacionales impuestas en repudio a la invasión de Rusia a Ucrania, Butmanov bromeó: “En todo caso trabajaré de Papá Noel, como hace 25 años (durante la crisis de 1998)”.
Luego de ese comentario, Butmanov metió una mano por debajo del escritorio y agarró una botella que, según él, era de gaseosa. Le quitó la tapa y brindó por la desaparición de la bolsa rusa. “Broma aparte, déjeme hacer esto rápido. Le mando un saludo a Serguei Usichenko, que hace 13 años brindó por la muerte del mercado de valores. Hoy bebo una gaseosa: querido mercado de valores, nos fuiste cercano e interesante. Que en paz descanses”, remató, en una escena que rápidamente se viralizó en las redes sociales.
Con este gesto, Butmanov hizo alusión al economista Serguei Usichenko, que cuando el mercado se desplomó durante la crisis financiera mundial de 2008, también hizo un brindis por la muerte de los mercados, pero con vodka en una taza de café. Usichenko es ahora subdirector general de Epicentr K, una cadena de tiendas de artículos para el hogar en Ucrania.
La Bolsa de Moscú, cerrada
Este jueves, la Bolsa de Moscú continuó cerrada por cuarto día consecutivo, en lo que supone el periodo de clausura por motivos excepcionales más largo desde la crisis de 1998, tras la decisión del Banco Central de Rusia de no reanudar las operaciones financieras en este espacio debido a las sanciones impuestas por occidente a Rusia tras su invasión a Ucrania.
“El Banco de Rusia tomó la decisión de no reanudar el 3 de marzo de 2022 las ventas en la Bolsa de Moscú”, informó en un comunicado el regulador ruso, que teme un desplome de los principales valores a consecuencia de las sanciones.
Las excepciones se refieren a las órdenes directas con liquidaciones en rublos, a los derivados -salvo los instrumentos del mercado de derivados en la sección de pares de divisas-, a los metales preciosos y a algunos contratos para futuros en las posiciones de cierre, entre otras. El regulador se reservó el derecho a informar el mismo viernes su decisión sobre una posible reapertura de la Bolsa de Moscú.
La Bolsa de Moscú permanece cerrada desde el pasado 28 de febrero, cuando Rusia amaneció ya sabiendo que la Unión Europea, EEUU, Canadá y otros socios excluirían a algunos bancos rusos del sistema de comunicación interbancario internacional SWIFT, un golpe sin precedentes para aislar al país del sistema financiero mundial.
El rublo se desplomó entonces en el mercado Forex casi un 30% frente al dólar y el euro, una caída no vista desde al menos 1993 y 1994, respectivamente.
Con el cierre de la Bolsa, Rusia intenta evitar desde hace cuatro días un batacazo mayor como el que sufrió el índice MOEX hace ocho días en respuesta al anuncio de Moscú de que lanzaba una ofensiva militar contra Ucrania y las primeras sanciones contra el mercado financiero y la deuda soberana. La Bolsa se desplomó entonces un 45% y los principales valores se dejaron más del 58 por ciento.
El Banco de Rusia espera, con las medidas tomadas para estabilizar el mercado, tranquilizar a los inversores rusos. Entre otras medidas, ha decidido permitir a los bancos afectados por las sanciones utilizar su colchón de capital acumulado para seguir operando y ha subido los tipos de interés al 20 por ciento.
Por su parte, el Gobierno ruso ha ordenado utilizar hasta 1 billón de rublos (10.018 millones de dólares o 8.906 millones de euros) del Fondo Nacional de Bienestar -que se nutre de los ingresos del petróleo y es una especie de hucha para malos momentos-, para la compra de acciones de empresas rusas.
(Con información de EFE)
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