Sir Robert John Sawers es un oficial de inteligencia, diplomático y funcionario británico, que entre 2009 y 2014 se desempeñó como jefe del Servicio Secreto de Inteligencia MI6. Este martes compareció en la Oxford Union, uno de los espacios de debate más prestigiosos del mundo que desarrolla desde 1823 esa universidad del Reino Unido. Durante casi 35 minutos de exposición, analizó los primeros años de Vladimir Putin en el poder, la invasión de Rusia a Ucrania, la reacción de Occidente, y las posibles consecuencias que le puede traer a Putin y su círculo íntimo la agresión contra Kiev.
El ex agente británico recordó que durante sus primeros años en el Kremlin, Putin estabilizó a Rusia “después de la caótica década de los 90″ tras la caída de la Unión Soviética. Sin embargo, una serie de acontecimientos fueron modificando la mentalidad y proceder del presidente ruso ante Occidente.
La guerra de Irak fue uno de los primeros eventos que tensó las relaciones entre Moscú y Occidente. Pero, según indicó Sawers, “lo que realmente lo hizo retroceder fueron las revoluciones de colores, primero en Georgia y luego en Ucrania, en 2003 y 2004″.
Desde entonces, “se opuso a las reformas, y se fijó el objetivo de reconstruir Rusia, pero con un control totalmente férreo en el centro y utilizando los ingresos procedentes del aumento del precio del petróleo y de las ventas de petróleo y gas, con el fin de financiar un Estado que pudiera prestar algunos servicios al pueblo ruso”. Ese modelo se afianzó después de 2014, con la anexión de Crimea y el colapso del precio del petróleo.
“El trato de Putin con el pueblo ruso era: tú nos dejas en el poder y nosotros restauraremos la grandeza de Rusia (…) La anexión de Crimea fue una operación clínica, cínica, pero efectiva y exitosa”, comentó el funcionario británico, quien también se desempeñó como representante permanente del Reino Unido ante las Naciones Unidas desde agosto de 2007 hasta noviembre de 2009.
En su larga trayectoria también fue asesor de Asuntos Exteriores del ex primer ministro británico Tony Blair, cargo que le permitió compartir reuniones en las que se encontraba el ex agente de la KGB, a quien calificó de “frío y calculador”.
“El presidente Putin que hemos visto en las últimas semanas es un Putin diferente. No sé qué le ha pasado durante los dos últimos años de covid; salvo que ha estado increíblemente aislado, incluso de sus propios asesores y funcionarios, y parece vivir en una burbuja informativa”, analizó Sawers.
Sobre la decisión de Putin de invadir a Ucrania, no dudó: “Ha cometido un enorme error de juicio, en su propio interés, no sólo en el de Ucrania”.
“Creo que ha calculado mal cómo reaccionaría el pueblo ucraniano, y ahora se enfrenta a una situación en la que sus militares se enfrentan a una resistencia realmente concertada; cómo el presidente Zelensky, para sorpresa de muchos, está proporcionando un liderazgo valiente e inspirador al pueblo ucraniano. Y el peso de las sanciones que se han impuesto a Rusia es mucho mayor de lo que el presidente Putin y quienes le rodean habrían esperado”, agregó el ex jefe del MI6.
Aunque desde el inicio de la invasión a Ucrania las tropas rusas se han topado con una feroz resistencia del Ejército ucraniano, Sawers reconoció que la gran diferencia en el poderío militar a favor de Rusia le permitiría tomar las principales ciudades como Kiev y Jarkov, “incluso a costa de destruirlas”.
El diplomático británico consideró que una posible caída de Kiev “sería algo terrible”. “Sería totalmente culpa de Putin. Esta es la guerra de Putin”.
Sobre el avance ruso en suelo ucraniano, Sawers indicó que cuanto más vayan al oeste las tropas de Putin, “más resistencia encontrarán y mayor será el riesgo de un choque en las fronteras entre Rusia y los países de la OTAN como Polonia, Hungría y Rumania”.
Además, subrayó la importancia de que esta situación no se convierta en un conflicto entre la OTAN y Rusia. En línea con la postura que han venido tomando las potencias occidentales, como el Reino Unido, el funcionario británico sostuvo que la intervención de terceros debe ser para “apoyar a Ucrania y su independencia, y su autodeterminación y soberanía”: “Ese es el campo de batalla en el que tenemos que mantenernos”.
Advirtió que, si Occidente cruza esa línea y entra en un enfrentamiento directo con la Rusia de Putin, “eso elevaría enormemente el nivel de tensiones y amenazas”. Sobre todo, después de las últimas amenazas nucleares de Putin, quien en los últimos días puso en alerta máxima a las fuerzas nucleares de disuasión rusas en medio de la ofensiva en Ucrania.
“Eso fue una advertencia para nosotros. Es un momento peligroso en toda Europa”, afirmó Sawers.
El ex agente de inteligencia afirmó que a medida que crece el rechazo de la comunidad internacional, también aumenta la oposición del pueblo ruso. No obstante, aclaró: “Creo que es importante que dejemos una salida a Putin de esta crisis. Si lo atrapamos en un rincón, y siente que toda su existencia es una amenaza como líder del régimen ruso, entonces es un momento muy peligroso para todos nosotros”.
En este contexto, este martes se llevó a cabo la primera ronda de diálogos entre Rusia y Ucrania desde el inicio de la agresión rusa. En su exposición en la Oxford Union, el funcionario británico se refirió sobre este primer acercamiento en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia: “No tengo esperanzas en las primeras negociaciones y en esa reunión (…) Los rusos enviaron a su jefe de delegación, un historiador nacionalista extremo que estaba allí para, sospecho, sermonear a los ucranianos”.
“No espero mucho progreso de eso, pero es bueno que Zelensky quiera dialogar, y aunque el presidente Macron se ha posicionado como una especie de salvador de Europa o representante de Europa en esto, el hecho de que esté hablando con el presidente Putin, y habló contra Putin hoy, creo que es algo bueno”, añadió.
Sawers consideró poco viable una solución del conflicto en esta ronda de negociaciones como consecuencia de las altas demandas del Kremlin que, por ejemplo, exige la rendición incondicional de Ucrania. Además, Putin pide la dimisión del gobierno de Zelensky y el reconocimiento ucraniano de que Crimea ha sido parte de Rusia. “No hay absolutamente ninguna forma de que esas demandas sean negociables para el gobierno ucraniano”.
Además, opinó que “es difícil desplegar una diplomacia hábil cuando tienes proyectiles y misiles y tanques rodando por tu capital”.
Consultado sobre el enorme paquete de sanciones contra Putin, sus principales asesores y las grandes instituciones rusas, el ex jefe del MI6 dijo que “las sanciones pueden ser un arma importante, pero su efecto es contundente y lento”.
“Solíamos reservar las sanciones financieras más extremas para parias mundiales como Corea del Norte, o Irán cuando intentábamos que abandonaran sus aspiraciones de armas nucleares y, por supuesto, seguimos haciéndolo. Estas sanciones implican la congelación de los activos de los bancos centrales de Rusia, son sanciones de gran alcance que están teniendo un impacto directo en la economía rusa. El mercado de valores está hundido, el rublo se ha derrumbado en valor, los rusos no pueden sacar dinero de los cajeros automáticos... Esto va a influir en las reacciones en las calles de Moscú y otras ciudades rusas muy rápidamente”, auguró.
Pese al impacto de las sanciones, que ya se empieza a sentir, Sawers dijo que estas sanciones por sí mismas no harán cambiar de opinión a Putin: “Están afectando a las percepciones y actitudes dentro de la élite rusa. Y uno de los valores de las sanciones es que, cuando un líder decide que sí quiere negociar, la relajación de esas sanciones se convierte en un motivo”.
Por último, el diplomático británico también se refirió al rol del régimen chino en este contexto de conflicto: “Están observando esto con mucha atención; toda esta nueva generación de sanciones que se están introduciendo ahora”.
“El mayor problema del mundo para China es su rivalidad estratégica con Estados Unidos y Rusia es un socio útil en ese empeño (...) Tienen intereses comunes aquí. Pero China también cree firmemente en la soberanía nacional, en la integridad territorial y en no intervenir violentamente en otro país”, concluyó.
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