Garry Kasparov es una de las voces más críticas del Kremlin desde hace años. Sobre todo desde que Vladimir Putin ascendió al poder en 1999. Siempre advirtió a cómo el ex agente de la KGB había armado un entramado mafioso “al estilo Vito Corleone” -tal como lo describe en su libro Winter is Coming de 2015- para construir su poder estructurar y beneficiar a los oligarcas multimillonarios que hoy son blanco de las sanciones de Occidente por la invasión a Ucrania.
En las últimas horas el intelectual azerbaiyano de 58 años se convirtió en una de los más consultados respecto al ataque injustificado de Putin contra los ucranianos. Incluso, había hecho una lista para frenar al dictador de Moscú, quien cada vez está más aislado en la comunidad internacional. Sus recomendaciones fueron: apoyar al ejército ucraniano; llevar a la quiebra a la “máquina bélica” rusa; congelar los activos de Putin y de sus “secuaces”; sancionar el aparato propagandístico del Kremlin; exponer a quienes defienden al jefe de estado ruso; reemplazar el petróleo y el gas proveniente de aquel país.
En un mensaje compartido por miles en su cuenta de Twitter, el ex campeón del mundo de ajedrez dijo: “Me alegra ver que muchos puntos de mi lista para detener a Putin se están cumpliendo. Putin está siendo aislado de una manera que los rusos de a pie no pueden ignorar, a pesar de la ventisca de propaganda que cada día será más desesperada y evidente”.
Kasparov podría ser considerado un experto en adelantarse a las jugadas de los rivales. Es por eso que continuó con sus recomendaciones para que Putin caiga. “El precio para destituir a Putin será alto porque ha resurgido cada vez que ha quedado impune sin sanciones antes. El precio lo pagarán los rusos, los estadounidenses y los europeos. Pero Ucrania está pagando con sangre y su sacrificio no debe ser en vano. No podemos volver al statu quo”, remarcó y añadió: “¿Cómo cae Putin? ¿Un millón de rusos en la Plaza Roja? ¿Un golpe de palacio de los militares o de la seguridad? ¿Una rebelión de oligarcas? Todo lo anterior. Debe ser evidente que Putin es un obstáculo para sus objetivos, ya sea de poder, libertad o prosperidad”.
“Los dictadores gobiernan mediante el miedo y la amenaza/promesa de que toda alternativa es peor. Ese cálculo puede cambiarse. No hay que dar rampas de salida a Putin. Denle rampas de salida a Rusia después de Putin, a los rusos que lo abandonarán por el bien de la nación y del mundo. Hasta ahora, los jueces rusos, los comandantes, los siloviki, las élites empresariales, etc. nunca tuvieron que elegir entre la vida que querían y Putin. La mayoría de los rusos nunca sintieron que tenían alguna opción. Hazles elegir y no elegirán a Putin”, concluyó.
Ataques a la población
Rusia lanzó este martes una amenaza a los residentes de Kiev, la capital ucraniana, adelantando que lanzará ataques sobre objetivos militares que pueden tener impacto en zonas de civiles. Según advirtió el Ministerio de Defensa, planea llevar a cabo ataques contra las instalaciones del Servicio de Inteligencia ucraniano (SBU) y de las fuerzas militares de operaciones especiales. “Hacemos un llamado a los residentes de Kiev que viven cerca de los nodos de relevo, para que abandonen sus hogares”, dijola cartera en un comunicado.
El ejército apuntó que los ataques tendrán como objetivo las instalaciones del SBU, así como el 72º Centro de Información y Operaciones Psicológicas de la Fuerza de Operaciones Especiales de Ucrania, según el ejército ruso, detalló la agencia del Kremlin Sputnik. Según esgrime Moscú, en dichas instalaciones se lanzan ataques de propaganda y desinformación.
Ese ataque tendrá víctimas civiles. Sin embargo, de acuerdo a Kasparov, a Putin no le interesan las víctimas civiles. “El mejor predictor del comportamiento futuro es el comportamiento pasado. El bombardeo de Putin a los civiles en Ucrania hoy era inevitable. Tratar de explicarlo como un misterio es como tratar de explicar por qué el escorpión pica a la rana en la vieja fábula persa. Es su naturaleza”, resumió.
Hace unos días, cuando aún no había invadido el país vecino, Kasparov ya había advertido: “A Putin no le importaban las víctimas civiles cuando bombardeaba ciudades rusas en Chechenia u hospitales en Siria. ¿Por qué habría de importarle ahora, cuando el mundo ha dejado claro que no intervendrá pase lo que pase?”.
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