Joe Biden y otros líderes occidentales reforzaron la unidad para que Rusia “rinda cuentas” por la invasión a Ucrania

El presidente de Estados Unidos inició este lunes una conferencia telefónica con varios jefes europeos y de otros países miembros del G7 y de la OTAN para avanzar mancomunadamente tras la invasión de Putin a Ucrania

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Joe Bidenen diálogo con líderes
Joe Bidenen diálogo con líderes europeos desde la Sala de Situación en la Casa Blanca (Reuters)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inició este lunes una conferencia telefónica con varios líderes europeos y de otros países miembros del G7 y de la OTAN para reforzar la unidad contra Rusia tras su invasión de Ucrania.

Según la Casa Blanca, la llamada comenzó a las 11.32 horas en Washington (16.32 GMT), y en ella participaron doce líderes de países e instituciones multilaterales, quienes analizaron el apoyo a Ucrania, las sanciones contra Rusia y los precios de la energía.

Los líderes reconocieron la valentía del pueblo ucraniano frente a la agresión rusa y discutieron el apoyo a Ucrania en materia de seguridad, económica y humanitaria”, informó la Casa Blanca en un escueto comunicado.

Los mandatarios también abordaron la imposición de “severas consecuencias” para que Rusia “rinda cuentas” por la invasión, y analizaron mecanismos para “mantener la estabilidad económica mundial”, incluidos los precios de la energía.

En concreto, asistieron Biden, el canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; y sus homólogos de Canadá, Justin Trudeau; Italia, Mario Draghi; y Japón, primer ministro de Japón, Fumio Kishida.

También estuvieron los presidentes de Polonia, Andrzej Duda, y de Rumanía, Klaus Iohannis; además del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Excepto el líder japonés, todos ellos habían participado en otra llamada organizada por Biden el pasado 11 de febrero, casi dos semanas antes de la invasión rusa.

El hecho de que Kishida se sumara en esta ocasión a ese grupo de contacto es una muestra de la voluntad de Estados Unidos y sus aliados de demostrar unidad contra Moscú más allá de los márgenes de la OTAN.

Justo este lunes, el primer ministro de Japón anunció nuevas sanciones contra Rusia que incluirán la restricción de las transacciones con su banco central, así como otras medidas contra Bielorrusia por su colaboración en el ataque sobre Ucrania.

La Casa Blanca también sancionó este lunes al Banco Central de Rusia, con el objetivo de impedirle usar sus sustanciales reservas para financiar la guerra contra Ucrania y fortalecer el rublo, que experimenta caídas récord.

Estados Unidos y otros grandes países consumidores de petróleo se están planteando liberar más crudo de sus reservas de emergencia para frenar el aumento en los precios de esa fuente energética.

En concreto, se podían liberar hasta 70 millones de barriles, de los que 40 millones provendrían de Estados Unidos, según el diario The Wall Street Journal, que menciona una posible decisión al respecto este lunes o martes en la Agencia Internacional de la Energía (AIE), con sede en París.

Preguntada al respecto por la agencia EFE, una fuente de la Casa Blanca se limitó a indicar que el Gobierno de Biden está “monitoreando los mercados” y “preparado para tomar medidas si es necesario”, de manera coordinada con sus aliados.

Después de meses de tensiones, Rusia lanzó hace cinco días una operación militar en Ucrania que ha dejado 102 muertos y 304 heridos civiles, según la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, aunque las autoridades ucranianas elevan la cifra de fallecidos a 352.

Además, 422.000 ucranianos han tenido que dejar su país, a los que hay que sumar más de 100.000 desplazados internos, de acuerdo a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

(Con información de EFE)

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