El presidente Vladimir Putin ordenó el domingo que las fuerzas nucleares de disuasión rusas se pusieran en alerta máxima en medio de las tensiones con Occidente por su invasión de Ucrania.
En una reunión con sus principales funcionarios, Putin afirmó que las principales potencias de la OTAN habían hecho “declaraciones agresivas” junto con Occidente que imponía duras sanciones financieras contra Rusia, incluido el propio presidente.
Putin ordenó al ministro de Defensa ruso y al jefe del Estado Mayor militar que pusieran a las fuerzas de disuasión nuclear en un “régimen especial de servicio de combate”.
“Los países occidentales no sólo están llevando a cabo acciones inamistosas contra nuestro país en el ámbito económico, sino que altos funcionarios de los principales miembros de la OTAN hicieron declaraciones agresivas con respecto a nuestro país”, dijo Putin en comentarios televisados.
Su orden planteó la amenaza de que las tensiones con Occidente por la invasión en Ucrania podrían llevar al uso de armas nucleares.
El líder ruso amenazó esta semana con tomar duras represalias contra cualquier nación que intervenga directamente en el conflicto de Ucrania.
El Ministro de Defensa Shoigu respondió: “Afirmativo”.
El paso alarmante se produjo cuando estallaron los combates callejeros en la segunda ciudad más grande de Ucrania y las tropas rusas ocuparon puertos estratégicos en el sur del país, avances que parecían marcar una nueva fase de la invasión de Rusia luego de una ola de ataques a aeródromos e instalaciones de combustible en otras partes del país.
La capital, Kiev, estaba inquietantemente tranquila después de que enormes explosiones iluminaran el cielo de la mañana y las autoridades informaron de detonaciones en uno de los aeropuertos. Solo un automóvil aparecía ocasionalmente en un bulevar principal, debido a un estricto toque de queda de 39 horas que mantenía a la gente alejada de las calles. En cambio, los residentes aterrorizados se refugiaron en casas, garajes subterráneos y estaciones de metro en previsión de un ataque ruso a gran escala.
“La noche pasada fue dura: más ataques, más bombardeos de áreas residenciales e infraestructura civil”, dijo el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. “No hay una sola instalación en el país que los ocupantes no consideren objetivos admisibles”.
Después de sus avances en Járkiv y varios puertos, Rusia envió una delegación a Bielorrusia para diálogos de paz con Ucrania, según el Kremlin. El presidente ucraniano propuso otras sedes y aseguró que su país no está dispuesto a reunirse en Bielorrusia, desde donde se lanzó parte de la invasión terrestre.
Hasta el domingo, las tropas rusas habían permanecido a las afueras de Járkiv, una ciudad de 1,4 millones de habitantes ubicada unos 20 kilómetros (12,4 millas) al sur de la frontera con Rusia, mientras otras unidades siguieron de largo para adentrarse en Ucrania.
Videos publicados por medios locales y en redes sociales mostraban vehículos ingresando a Járkiv y tropas rusas trasladándose por la ciudad en pequeños grupos. Un video muestra a soldados ucranianos inspeccionando vehículos de combate ruso que fueron abandonados por sus efectivos al sufrir daños por la artillería.
Las imágenes subrayaron la decidida resistencia que enfrentan las tropas rusas al intentar ingresar a las ciudades más grandes de Ucrania. Los ucranianos se han ofrecido como voluntarios en masa para ayudar a defender la capital, Kiev, y otras ciudades, tomando armas distribuidas por las autoridades y preparando bombas incendiarias para luchar contra las fuerzas rusas.
El gobierno de Ucrania también está liberando a prisioneros con experiencia militar que quieren luchar por el país, dijo el domingo un funcionario de la oficina del fiscal, Andriy Sinyuk, al canal de televisión Hromadske. No especificó si la medida se aplica a los presos condenados por todos los niveles de delitos.
El presidente Putin no ha revelado cuáles son sus planes definitivos, pero funcionarios occidentales creen que está decidido a derrocar al gobierno de Ucrania y reemplazarlo con un régimen afín, reconfigurando el mapa de Europa y restituyendo la influencia de Moscú como en la era de la Guerra Fría.
Las autoridades mantuvieron un toque de queda de 39 horas para mantener a la población fuera de las calles de la capital hasta la mañana del lunes, lo que complica la tarea de evaluar la intensidad de los combates. La oficina de Zelenskyy señaló que hubo reportes de explosiones en el aeropuerto internacional de Kiev.
Las llamas se elevaban antes del amanecer desde un depósito de combustible ubicado cerca de una base aérea en Vasylkiv, una ciudad ubicada 37 kilómetros (23 millas) al sur de Kiev y donde se registró un intenso combate, según el alcalde de la localidad. Las tropas rusas detonaron un gasoducto al este de Járkiv, lo que obligó al gobierno a llamar a la población a que se proteja del humo y cubra sus ventanas con telas húmedas, informó la oficina del presidente.
La presión en puertos estratégicos del sur de Ucrania parece dirigida a asumir el control de la costa ucraniana, que se extiende desde la frontera con Rumania en el oeste, hasta sus límites con Rusia en el este. El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el mayor general Igor Konashenkov, señaló que fuerzas rusas habían bloqueado las ciudades de Jersón, en el Mar Negro, y el puerto de Berdyansk, en el Mar de Azov.
Reducir el acceso de Ucrania a sus puertos significaría un duro golpe a su economía. También le permitiría a Moscú crear un corredor terrestre a Crimea, península que se anexó Moscú en 2014 y que hasta ahora se conecta con Rusia a través de un puente de 19 kilómetros (12 millas), el más largo de Europa y el cual fue inaugurado en 2018.
Konashenkov aseguró que las tropas rusas también han tomado control de una base aérea cerca de Jersón y de la ciudad de Genichesk, en el Mar de Azov. Las autoridades ucranianas habían reportado anteriormente combates en varias zonas cercanas a Odesa, Mykolaiv y otras zonas.
El ministro de Salud de Ucrania reportó el sábado que 198 personas, incluyendo tres niños, han muerto y más de 1.000 han resultado heridos durante la mayor guerra terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Se desconoce si esas cifras incluyen víctimas civiles y militares.
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados señaló la tarde del sábado que más de 200.000 ucranianos habían llegado a países vecinos desde el inicio de la invasión, el jueves. Naciones Unidas calcula que el conflicto podría dejar hasta 4 millones de refugiados, dependiendo de la duración de los combates.
El portavoz del Kremlin Dmitry Peskov dijo que una delegación integrada por diplomáticos y oficiales militares llegó el domingo a la ciudad bielorrusa de Gómel para negociar con Ucrania. Zelenskyy ofreció el viernes negociar una de las principales demandas de Rusia: dejar de lado sus aspiraciones de unirse a la OTAN.
“La delegación rusa está lista para un diálogo, y ahora esperamos a los ucranianos”, declaró Peskov. El presidente de Ucrania aseguró que su país está listo para iniciar un diálogo de paz con Rusia, pero no en Bielorrusia, desde donde se lanzó parte de la invasión de Moscú.
“Varsovia, Bratislava, Budapest, Estambul, Bakú, les ofrecimos todas esas ciudades a los rusos y aceptaremos cualquier otra ciudad en un país que no haya sido usado para el lanzamiento de misiles”, declaró Zelensky. “Sólo entonces las negociaciones podrán ser honestas y poner fin a la guerra”.
Peskov aseguró que Ucrania había propuesto negociar en Gómel. Añadió que las acciones militares rusas continuarán hasta que inicie el diálogo.
El asesor de Zelensky, Mykhailo Podolyak desestimó la oferta de Moscú como “manipulación” y añadió que “Rusia sigue mintiendo”, enfatizando que Ucrania no acordó negociar en la ciudad bielorrusa.
Markarova aseguró que Ucrania recolecta evidencia de bombardeos contra zonas residenciales, escuelas de prescolar y hospitales para presentarlas ante La Haya como posibles crímenes de lesa humanidad. La fiscalía de la Corte Penal Internacional ha dicho que sigue de cerca el conflicto.
El presidente ruso ordenó el jueves la invasión de Ucrania, provocando una gran conmoción en todo el mundo.
Las fuerzas terrestres rusas han presionado a Ucrania desde el norte, el este y el sur, pero han encontrado una feroz resistencia por parte de las tropas ucranianas, cuya intensidad ha sorprendido probablemente a Moscú, según fuentes occidentales.
Las autoridades ucranianas describen a algunas tropas rusas como desmoralizadas y agotadas, y afirman que decenas de ellas se han rendido.
Con información de AP y AFP
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