En el cuarto día de la invasión de Rusia a Ucrania, las tropas del Kremlin bombardearon la ciudad de Vasylkiv, en el sudoeste de Kiev, y provocaron un incendio en una terminal petrolera de la zona, mientras que un gasoducto en Járkiv, la segunda ciudad más grande del país, también fue alcanzado por un misil.
Ambas instalaciones quedaron completamente envuelta en llamas de gran tamaño que pudieron observarse a varios kilómetros a la redonda, por lo que las autoridades locales les han aconsejado a los residentes de ambos distritos que mantengan las ventanas de sus casas cerradas y que se resguarden de los posibles gases químicos peligrosos que pudiera haber en el aire.
La capital se mantiene en alerta ante posibles ataques durante la madrugada de este domingo.
De hecho, esta madrugada efectivos de las Fuerzas Armadas ucranianas libraban intensos combates con las tropas rusas en la localidad de Vasilkiv, a unos 40 kilómetros al sureste de la capital ucraniana, según informó el jefe de la administración de la región de Kiev, Alexéi Kuleba.
Fue en este contexto que las tropas rusas lanzaron un ataque con misiles contra la central de acopio de petróleo situada en el pueblo de Kryachky, a uno 25 kilómetros a al suroeste de Kiev, y alcanzaron uno de sus diez depósitos, que estalló en llamas.
Las autoridades locales advirtieron de que si el fuego se propaga a los otros depósitos podría producirse una catástrofe ecológica.
El consejero de la Presidencia de Ucrania, Mijaíl Podoliak, aseguró en las últimas horas que el combate se está desarrollando en “los mismos lugares que hace tres días” y destacó que ya se pudo controlar “la situación en las regiones” del país.
“Creían que podría apoderarse de Ucrania en cuatro, doce, como mucho dieciséis horas, estaban convencidos. Pero la realidad es otra. Los combates de posición se libran en los mismos lugares que hace tres días”, recalcó en un vídeo difundido por la agencia UNIAN.
No obstante, reconoció que el combate se está agravando en los alrededores de la capital: “Esto ocurre porque uno de los objetivos clave de Rusia es eliminar la jefatura política de Ucrania, y esto se puede hacer en Kiev, porque se encuentra en Kiev y no se irá a ninguna parte”, explicó.
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