El senador estadounidense Marco Rubio advirtió a los altos militares rusos que podrían afrontar las consecuencias de sus acciones en Ucrania, teniendo en cuenta que al presidente Vladimir Putin le podrían quedar pocos años de vida. “Los líderes militares rusos deberían pensar muy bien antes de seguir las órdenes que han recibido recientemente”, indicó en Twitter. “Putin está a dos años de la esperanza de vida de un varón ruso y pasará el resto de su vida evadiendo un tribunal internacional por haber cometido sus crímenes”, agregó.
De este modo, el legislador republicano dio a entender que Putin, de 69 años, podría estar en su última etapa y que, en cambio, la responsabilidad ante los tribunales internacionales podría recaer sobre los altos oficiales que encabezan la invasión.
Este domingo, Ucrania demandó a Rusia en la Corte Internacional de Justicia en la Corte Internacional de Justicia para detener la invasión de Putin.
Rubio es el vicepresidente del Comité Selecto de Inteligencia en el Senado, cargo que le da acceso a los mismos informes clasificados que recibe el presidente Joe Biden. También es miembro del Comité de Relaciones Exteriores. Horas atrás, dio a entender que la inteligencia estadounidense había reunido informaciones sobre el estado de salud del jefe del Kremlin, en particular sobre su situación intelectual.
“Me gustaría poder compartir más, pero por ahora puedo decir que es bastante obvio para muchos que algo está mal con Putin”, escribió. “Siempre ha sido un asesino, pero su problema ahora es diferente y significativo. Sería un error asumir que este Putin reaccionaría de la misma manera que hace cinco años”, indicó.
En las últimas semanas aumentaron las versiones sobre la estabilidad mental de Putin, un ex espía de la KGB que intenta mostrarse físicamente activo. Después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, mantuviera cinco horas de conversaciones con el líder ruso en Moscú, dijo a los periodistas en el vuelo de regreso que notó cambios en él. Este no era el mismo Putin con el que se había reunido por última vez en el palacio del Elíseo en diciembre de 2019, dijo Macron. Era “más rígido, más aislado” y estaba en una “deriva ideológica y de seguridad”.
A su vez, el presidente checo, Milos Zeman, quien durante mucho tiempo uno de los más firmes partidarios de Putin, lo calificó de “loco” tras la invasión. Otro diplomático europeo, citado por The Guardian, apuntó: “Todos nuestros observadores de Rusia, al ver sus conferencias de prensa, piensan que está cayendo aún más en una mentalidad despótica”.
Consecuencia en tribunales
La Corte Internacional de Justicia no tiene mandato para presentar cargos penales contra los líderes rusos que están detrás de la invasión de Ucrania, iniciada la madrugada del jueves. Pero es el máximo tribunal del mundo para resolver las reclamaciones judiciales entre estados por infracciones del derecho internacional. El tribunal es la institución judicial suprema de Naciones Unidas.
El Kremlin ha justificado su operación de “desmilitarización” de Ucrania como un intento de evitar la supuesta persecución de la minoría rusófona del país. La comunidad internacional ha condenado repetidamente la invasión como una violación flagrante del derecho internacional.
La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció el sábado un ataque con bombas racimo a un hospital en la localidad de Vuhledar, en la zona independentista de Donetsk, que dejó cuatro civiles muertos y otros 10 heridos, seis de ellos sanitarios, y advirtió que la ofensiva “puede constituir evidencia concreta de un crimen de guerra por parte de Rusia”. Según señaló José Miguel Vivanco, el fiscal de la Corte Penal Internacional “debería abrir una investigación preliminar ya que tiene jurisdicción desde 2014 para investigar estas atrocidades”.
Según Rubio, Rusia “está llevando a cabo ataques deliberados contra objetivos civiles” con el propósito de “desmoralizar a la población y disminuir la voluntad de resistir”.
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