Estados Unidos acusó el domingo al presidente ruso, Vladimir Putin, de “fabricar amenazas” al colocar a sus fuerzas de disuasión nuclear en alerta máxima, en medio de la crisis de Ucrania.
“Este es un patrón del presidente Putin que hemos visto a lo largo de este conflicto: fabricar amenazas que no existen para justificar más agresiones”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a la cadena ABC al ser consultada sobre el anuncio de Moscú.
La vocera añadió que Moscú no ha estado bajo amenaza de la OTAN o de Ucrania, y agregó: “La comunidad mundial y el pueblo estadounidense deberían mirarlo a través de ese prisma. Lo hemos visto hacer una y otra vez”.
“Tenemos la capacidad de defendernos, pero también tenemos que denunciar lo que estamos viendo aquí”, remarcó.
Putin amenazó en los días previos a la invasión rusa con tomar duras represalias contra cualquier nación que interviniera directamente en el conflicto de Ucrania, y planteó específicamente el espectro de la condición de su país como potencia nuclear.
A su vez, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, comentó: “El presidente Putin sigue intensificando esta guerra de una manera totalmente inaceptable. Y tenemos que seguir condenando sus acciones de la manera más fuerte y contundente posible”.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltemberg, calificó la medida rusa como irresponsable. “Esta es una retórica peligrosa. Es un comportamiento irresponsable”, dijo Jens Stoltenberg a la CNN.
El significado práctico de la orden de Putin no estaba inmediatamente claro. Rusia y Estados Unidos suelen tener los segmentos terrestres y submarinos de sus fuerzas nucleares estratégicas en alerta y preparados para el combate en todo momento, pero los bombarderos con capacidad nuclear y otros aviones no lo están.
Si Putin está armando o aumentando la preparación para el combate nuclear de sus bombarderos, o si está ordenando la salida al mar de más submarinos con misiles balísticos, entonces Estados Unidos podría sentirse obligado a responder del mismo modo, según Hans Kristensen, analista nuclear de la Federación de Científicos Americanos. Eso supondría una escalada preocupante y una crisis potencial, dijo.
El alarmante paso se produjo cuando estallaron los combates callejeros en la segunda ciudad más grande de Ucrania y las tropas rusas apretaron puertos estratégicos en el sur del país, avances que parecían marcar una nueva fase de la invasión rusa tras una oleada de ataques a aeródromos e instalaciones de combustible en otras partes del país.
El mandatario ruso dio estas instrucciones en una reunión con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov.
Putin subrayó que Occidente da pasos inamistosos respecto a Rusia desde el punto de vista económico. “Me refiero a las sanciones ilegítimas bien conocidas por todos”, agregó, en referencia al vendaval de sanciones occidentales impuestas a Rusia tras su invasión a Ucrania, que el Kremlin denomina “operación militar especial” de “desmilitarización del país vecino”.
(Con información de AFP, EFE)
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