La ofensiva rusa se está concentrando en el control de las grandes ciudades. Ya están dentro de Kiev, la capital; Kharkiv, en el este, con un millón y medio de habitantes y una historia de 400 años; y de Kherson, en el sur, con casi medio millón de habitantes. La ofensiva tras el desembarco de las fuerzas anfibias desde los mares de Azov y Negro también aisló a otras ciudades grandes como Odessa, Mariupol y Mykolaiv.
Esta estrategia rusa de ir directamente por los grandes centros urbanos desconcertó a los analistas militares que veían más plausible un ataque convencional, donde los ocupantes toman buena parte del terreno y sitian las grandes ciudades para pedir la rendición antes de que comience allí un bombardeo masivo. Por ahora, el ejército ruso no tuvo un avance significativo en cantidad de kilómetros invadidos. Por ejemplo, en el Este, donde se pensaba que iban a estar muy bien pertrechados y preparados para un blitzkrieg, un ataque relámpago para tomar la totalidad de las provincias de Donetsk y Luhansk, donde ya controlaban dos enclaves desde 2014, este avance no se registró.
De acuerdo el análisis del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un centro de estudios integrado por militares estadounidenses y europeos con mucha experiencia, “los principales ejes de avance de las fuerzas rusas se centraron en Kiev, aislando con éxito la ciudad en ambas orillas del río Dnipro. Una ofensiva arriesgada porque deriva directamente en la lucha urbana”.
Las operaciones militares rusas a lo largo de la frontera norte de Ucrania han sido menos planificadas, organizadas y dirigidas que las que se han llevado a cabo desde Crimea. También tuviron menos éxito hasta ahora. “La divergencia en los resultados probablemente se deba en parte a las diferencias en la composición y organización de los elementos de las fuerzas terrestres rusas en el Distrito Militar Occidental y Bielorrusia (al norte de Ucrania) y en el Distrito Militar Sur y la Flota del Mar Negro (al sur y al este)”, dice en su análisis el ISW.
La resistencia ucraniana, decidida y bien organizada, en torno a Kiev y Kharkiv se mostraron fuertes y están desempeñado un papel importante a la hora de impedir que los militares rusos avancen con la rapidez que supuestamente habían planeado. Los propios ucranianos volaron varios puentes sobre el río Dnipro que corta en dos a la mayoría del territorio ucraniano y que es la principal barrera natural que tienen los rusos que avanzan desde sus fronteras del Este.
El ejército ruso mantiene fuerzas adicionales en el sureste de Bielorrusia, probablemente más allá de las que Moscú había planeado utilizar contra Ucrania, a las que tendría que movilizar para apoyar al grueso de los que ya entraron por el norte y se tuvieron que detener a unos 30 kilómetros del centro de Kiev ante la dura resistencia. Por esa razón es que esta madrugada se registraron bombardeos de cohetes y misiles en las zonas urbanas, para intentar romper las defensas ucranianas que en primer momento parecían haber caído en apenas unas horas y que todavía vemos que resisten. El trabajo más eficiente lo hicieron hasta ahora los grupos de sabotaje rusos vestidos de civil que están actuando más cerca del centro de Kiev. El ministerio de Defensa ucraniano dijo que estos grupos muy probablemente están compuestos tanto por comandos especiales rusos como separatistas de Los enclaves del Donbás que se infiltraron en la capital bastante tiempo antes de que comenzara la ofensiva. “Salieron de la nada”, decían los vecinos del barrio de Obolon, que fue donde primero fueron detectados. Se sospecha que estaban escondidos en viviendas civiles esperando el momento de la acción.
Los rusos también tuvieron problemas para dominar la ciudad de Chernihiv, que está al norte de Kiev, cerca de la frontera con Bielorrusia. Abandonaron rápido el intento fallido y continuaron el avance hacia la capital, pero aún no pudieron entrar en la periferia oriental. Elementos de la 76ª división rusa VDV (aerotransportada) están acantonados en el sureste de Bielorrusia para utilizarlos probablemente a lo largo del eje de circunvalación de Chernihiv hacia Kiev en las próximas horas. También es posible que las fuerzas rusas se estén reuniendo en Stolin, Bielorrusia, para abrir una nueva línea de avance contra Rivne, en el oeste de Ucrania.
Promediando este sábado, las tropas rusas estaban concentradas en el avance y la toma de las tres ciudades ucranianas fundamentales para ambos bandos: Kyiv en el norte, Kharkiv en el noreste and Kherson en el sur. En los tres frentes se están registrando batallas en las afueras de las zonas urbanas más densas. El presidente Volodymyr Zelensky se mostró en un video que se filmó el mismo en una calle del centro de Kiev, en el que reiteró su pedido a la población civil para que resistan la invasión y dijo que los combatientes de su país habían “resistido y repelido con éxito los ataques del enemigo”. También reiteró su pedido de ayuda internacional. Y en este punto hay un ejemplo vergonzoso que viene de Alemania. El presidente ucraniano y el canciller alemán acordaron que los militares de Berlín no les enviarían armas por una ley germana que se los impide, pero sí pertrechos de todo tipo. Convinieron en que llegarían en cuestión de horas 100.000 cascos militares. Hasta ahora enviaron apenas 5.000.
Mientras tanto, la crisis humanitaria aumenta cada minuto. Los cientos de miles de ucranianos que lograron salir a tiempo desde Kiev y otras ciudades -ya es imposible hacerlo,- y se dirigieron a la frontera con Polonia, están por desbordar un sistema de ayuda humanitaria que en primer momento se veía eficiente. Ya no dan abasto para trasladar a la gente desde las aduanas hasta los centros preparados para los refugiados. El resto, los que están en las ciudades asediadas, se refugian en los túneles del subterráneo y los subsuelos de los edificios. Las imágenes que esta misma gente envía, muestra lo inevitable, la angustia extrema que provoca una guerra. Pero también un rasgo de humanidad muy marcado: una gran mayoría baja a los refugios con sus mascotas. Algo que no se observaba en otras zonas de conflicto en los últimos años
Y si logramos sobreponernos por un momento a la muerte y la destrucción de ésta y todas las guerras, aparecen nuevamente los fríos cálculos bélicos. “La resistencia pareciera ser más fuerte de lo esperado”, dice el informe de los generales del ISW. “Sin embargo, las fuerzas rusas siguen siendo mucho más grandes y capaces que el ejército convencional de Ucrania. Es probable que Rusia derrote a las fuerzas militares regulares ucranianas y asegure sus objetivos territoriales en algún momento de los próximos días o semanas si Putin está decidido a hacerlo y dispuesto a pagar el coste en sangre”.