Infografías: Marcelo Regalado
Después de tres días de ataques aéreos y avances de las tropas rusas por el Norte, Oeste y Sur de Ucrania, la capital, Kiev, aun resiste a los invasores rusos. Pero el asedio es feroz. Los misiles impactan contra edificios civiles y la batalla se libra en los barrios y calles de la capital.
Tras la decisión, a principio de semana, de reconocer a las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, territorios ucranianos que se autoproclamaron independientes hace 8 años, Vladimir Putin lanzó en la madrugada del jueves un ataque a gran escala sobre Ucrania. La excusa proclamada fue defender a Donetsk y Lugansk y acabar con el gobierno de Volodomir Zelensky, al que definió como “una banda de drogadictos y neonazis”, aunque es sabido que lo que altera al dictador ruso hace meses es el acercamiento creciente de Ucrania a occiente y a la OTAN.
Esa primera noche, hubo un ataque misilítico y aéreo ruso sobre instalaciones militares y aeropuertos ucranianos en Kiev, Jarkov, Odessa, Kharkiv, Dnipro, Lutsk y Mariupol.
En simultáneo, las tropas rusas comenzaron su avance por tierra sobre las áreas de Donetsk y Lugansk que aún estaban bajo control ucraniano. Una de las principales batalles que aún se libran es por el control de la ciudad porturaria de Mariupol.
También hubo un desembarco de la armada rusa desde el Sur, por el Mar Negro, en el puerto de Odessa y hasta una cruel batalla por el control del islote de las serpientes, donde 13 soldados ucranianos fueron asesinados tras resistir una última advertencia rusa por radio.
Y el tercer frente avanzó desde el Norte, a través de la frontera con Bielorrusia, un fiel aliado ruso que cedió gustoso su terreno para la invasión rusa de Ucrania.
Desde allí, la capital, donde los rusos ya habían infiltrado comandos secretos hace semanas, está a menos de 100 kilómetros. Las tropas rusas han destruido puentes, bombardeado algunos edificios y hasta se produjeron enfrentamientos en las calles.
Pero los soldados y civiles armados ucranianos resistían todavía este sábado en las calles de Kiev al avance definitivo de las fuerzas rusas
Horas después de haber formulado un dramático llamado a la movilización, Zelenski aseguró que sus “aliados” están enviando armamento para ayudarles a combatir la invasión de Rusia.
Un total de 198 civiles ucranianos murieron y más de mil resultaron heridos desde que Rusia comenzó su ataque a gran escala contra su vecino, indicó este sábado el ministro de Salud de Ucrania, Viktor Liashko, en Facebook.
Decenas de militares ucranianos también perdieron la vida, mientras que del lado ruso no se brindó ninguna información al respecto. Kiev afirma infligir duras bajas al ejército invasor.
Si bien las fuerzas rusas atacan en diferentes partes de Ucrania, su objetivo principal parece ser la capital Kiev, escenario de combates desde el viernes y que este sábado sufrió ataques con misiles.
“En Kiev, los combates violentos siguen. El ejército ucraniano contiene a los saboteadores rusos”, indicó sobre las 03H30 GMT el servicio de comunicaciones especiales de Ucrania en su cuenta de Telegram, pidiendo a los ciudadanos protegerse en refugios.
Un misil ruso cayó en un gran edificio residencial de Kiev, indicó el sábado el servicio estatal de situaciones de emergencias de Ucrania, sin dar en lo inmediato informaciones sobre posibles víctimas.
“Kiev, nuestra espléndida y apacible ciudad, sobrevivió a una nueva noche de ataques de las fuerzas terrestres rusas y a los misiles. Uno de ellos impactó en un inmueble residencial en Kiev”, indicó el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano Dmytro Kuleba.
De acuerdo con un mensaje en Facebook, los ucranianos destruyeron cinco vehículos invasores, entre ellos un tanque, cerca de la estación de metro de Beresteiska, en el noroeste de la capital.
Además, el servicio de comunicaciones especiales señaló un intento de ataque ruso a una central eléctrica en el barrio de Troieshchyna, en el noreste de Kiev.
El ejército ucraniano informó también de “duros combates” en Vasilkov, una ciudad a 30 km al suroeste de Kiev donde abatieron un avión de transporte militar y donde los rusos “intentan descargar paracaidistas”.
“Armas y equipamiento”
“No podemos perder la capital”, había dicho el viernes por la noche el presidente Zelenski, al advertir que se avecinaba un duro ataque contra Kiev.
Este sábado, en un video difundido en Facebook, instó a no creer en “mucha información falsa” en internet según la cual había ordenado al ejército ucraniano rendirse.
Con ropa de color verde militar y aspecto cansado pero determinado, Zelenski aseguró: “Nuestra verdad es que ésta es nuestra tierra, nuestro país, nuestros niños y protegeremos todo esto”.
Zelenski aseguró que “armas y equipamiento” de una “coalición antiguerra” están en camino a Ucrania.
El ministerio holandés de Defensa indicó que entregará a Kiev en cuanto pueda 200 miles antiaéreos Stinger y República Checa anunció que donará ametralladoras, fusiles automáticos y de precisión, pistolas y municiones por un valor de 8,6 millones de dólares.
Del lado ruso, el ministerio de Defensa indicó este sábado que el ejército atacó infraestructuras militares de Ucrania con misiles de crucero navales y aéreos.
“Durante la noche, las fuerzas armadas de la Federación Rusa lanzaron un bombardeo con armas de precisión de largo alcance usando misiles de crucero navales y aéreos contra infraestructuras militares de Ucrania”, afirmó el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov, en declaraciones televisadas.
El vocero también afirmó que en el este de Ucrania, las fuerzas separatistas de los territorios de Donetsk y Lugansk apoyadas por Rusia ganaron terreno, sin que esta afirmación pueda ser verificada por fuentes independientes.
El ejército ruso tomó además “el control total de la ciudad de Melitopol”, en el sur de Ucrania, cerca de Crimea, la península anexada por Moscú en 2014, agregó.
Según este vocero, desde el inicio de la invasión las fuerzas rusas destruyeron en total 821 infraestructuras militares ucranianas, entre ellas 14 aeródromos.
Milicias y frontera colapsada
La ofensiva rusa provocó la huida de decenas de miles de ucranianos del país, además de los desplazados internos que huyen de los combates.
En Mostyska, cerca de la frontera polaca, miles de ucranianos intentaban dejar el país, formando un colapso en la carretera de hasta 20 kilómetros, constató un periodista de AFP. Ante el embotellamiento, algunos exiliados se dirigían a pie a la frontera, arrastrando sus bolsas y maletas en medio de la fría noche.
“Llevamos aquí mucho tiempo, puede que seis o siete horas ya, es de locos. Es un tráfico de locos, no sé cómo dejar mi país. De hecho, no quiero dejar mi país pero, por los invasores, tengo que huir lo más rápido posible”, decía Tamara Kulman, de 34 años.
Este éxodo se hace patente en las fantasmagóricas calles de la capital, donde destaca la omnipresencia de las brigadas de “defensa territorial”, milicias de civiles alistados para ayudar al ejército que destacan por sus brazaletes amarillos.
“Nunca había tomado un arma en mis manos hasta hoy (...) Intentaremos hacer lo mejor que podamos”, decía Roman Bondertsev en el norte de Kiev.
“Y si me matan, habrá otros dos listos para ocupar mi puesto”, añadió.
Con información de AFP
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