La invasión rusa de Ucrania marca un punto de inflexión en la historia, dijo el sábado el canciller alemán Olaf Scholz cuando su gobierno aprobó la entrega de un gran lote de armas a Ucrania en un importante cambio de política.
“En esta situación, es nuestro deber apoyar a Ucrania lo mejor que podamos en su defensa contra el ejército invasor (del presidente ruso) Vladimir Putin”, dijo Scholz, y enfatizó que Alemania “está muy cerca del lado de Ucrania”.
Así, agregó que entregarán a Kiev 1000 lanzacohetes y 500 misiles Stinger. Las armas, que provendrán de las propias existencias de la Bundeswehr, “serán entregadas lo más rápido posible a Ucrania”, Informó un comunicado del gobierno.
Es un sistema de defensa aérea portátil para el hombre (MANPADS) que utiliza tecnología de localización por infrarrojos para buscar y atacar objetivos voladores. El Stinger, que se coloca sobre el hombro del operador, se desarrolló por primera vez en EEUU en 1981 y actualmente lo utilizan más de 18 países.
En respuesta al anuncio, durante la tarde del sábado el presidente Volodymir Zelensky se mostró agradecido y expresó en Twitter: “Alemania acaba de anunciar el suministro de lanzagranadas antitanque y misiles Stinger a Ucrania. Siga así, canciller Olaf Scholz! ¡Coalición contra la guerra en acción!”
Scholz también habría dado permiso a Estonia para entregar antiguos obuses de la extinta República Democrática Alemana, así como 14 vehículos blindados “con fines de evacuación” y 10.000 toneladas de combustible a través de Polonia, según fuentes del Gobierno al Bild.
Si bien puede hablarse de una excepción histórica en la política de exportación de armas de Alemania, en vigor desde 1990, organismos como el Instituto de Investigación para la Paz de Fráncfort (PRIF) señalan que diferentes gobiernos alemanes la han incumplido subrrepticiamente al permitir tanto la exportación de material de doble uso cívico-militar como ciertas remesas de armas a países del tercer mundo en situación de conflicto.
No obstante y con esta decisión, Alemania se incorpora así a la doctrina de asistencia militar a Ucrania a la que se han sumado varios países europeos, como Suecia, Bélgica, Eslovaquia, República Checa o Polonia, así como Estados Unidos.
El cambio podría significar un rápido aumento de la asistencia militar europea para Ucrania, ya que una gran parte de las armas y municiones del continente son, al menos en parte, fabricadas en Alemania, lo que le da a Berlín el control legal sobre su transferencia.
Antes de su llegada a Berlín, el primer ministro polaco había ironizado sobre las aportaciones previas realizadas por Alemania, que había decidido enviar nada más que 5.000 cascos para proteger a las fuerzas ucranianas. “Debe de ser una broma”, lamentó Morawiecki sobre la ayuda militar comprometida por el Gobierno de Scholz en estos últimos días, cuando hay ya miles de efectivos rusos desplegados en territorio ucraniano y la presión aumenta en distintos frentes, también en Kiev.
Alemania también responde así a las constantes quejas del embajador ucraniano en el país, Andrij Melnik, que había acusado este mismo sábado al Gobierno federal de “quedarse de brazos cruzados” mientras Rusia “asesina a los ucranianos”. “Necesitamos con urgencia misiles antiaéreos para proteger a las personas. Eso sí sería un gesto de verdadera solidaridad”, aseveró.
Además, el Gobierno alemán se mostró dispuesto por primera vez a una restricción “selectiva y funcional” del acceso de Rusia al sistema bancario SWIFT en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
El Ministerio de Exteriores informó a través de un mensaje en su cuenta de Twitter que se está trabajando en la manera de limitar los “daños colaterales” de una desconexión de Rusia del sistema SWIFT “para que afecte a los que debe”. “Lo que necesitamos es una restricción selectiva y funcional de SWIFT”, agregó.
Alemania se había resistido a la desconexión de Rusia de SWIFT por el impacto masivo que tendría esta medida también sobre el mercado alemán.
Así, por ejemplo, no sería posible pagar el gas ruso y por lo tanto tampoco adquirirlo, había argumentado el ministro de Finanzas, Christian Lindner.
La ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, había expresado además su preocupación por el hecho de que excluir a Rusia del sistema SWIFT supondría también no poder financiar proyectos humanitarios ni que ciudadanos residentes en Europa pueda enviar dinero a sus familiares.
En el mismo hilo de Twitter, Baerbock y el titular de Economía y Clima, Robert Habeck, informaron además del apoyo del Gobierno alemán al equipamiento de Ucrania para defenderse de Rusia.
“Tras el vergonzoso ataque de Rusia, Ucrania debe poderse defender. Tiene el derecho inalienable a la autodefensa. Por ello, el Gobierno apoya a Ucrania con el equipamiento con material urgentemente necesario”, señalaron.
Con información de AFP, EuropaPress y EFE
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