Miles de profesores iraníes han protestado en más de 100 ciudades contra los retrasos en las reformas salariales y de las pensiones, informó el domingo un periódico local. Las manifestaciones de ayer fueron las últimas de una serie de concentraciones de profesores y otros empleados del sector público en los últimos meses por el impacto de la creciente inflación en los ingresos.
El periódico reformista Etemad dijo que los profesores se manifestaron frente al Parlamento en la capital, Teherán, y frente a las oficinas del Ministerio de Educación en las capitales de provincia, como Isfahan, Shiraz y Mashhad.
Los profesores llevan meses exigiendo al gobierno que acelere la aplicación de reformas que permitan que sus salarios reflejen mejor su experiencia y rendimiento.
La semana pasada, el Parlamento iraní dijo que el nuevo sistema, que se ha retrasado durante más de una década, se aplicará a partir del inicio del nuevo año civil iraní, que comienza el 21 de marzo.
Los manifestantes también han exigido que sus pensiones se equiparen a las de otros empleados del sector público.
Además, los manifestantes pidieron a las autoridades que liberaran a los profesores detenidos en protestas anteriores. Los educadores corearon: “Los profesores encarcelados deben ser liberados” y “De Teherán a Jorasán, los profesores están en prisión”, durante las protestas del sábado, según el periódico.
Los manifestantes afirmaron que 15 profesores fueron detenidos durante los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en todo el país, según Etemad.
Irán ha visto cómo la inflación se ha disparado hasta superar el 40 por ciento, lo que ha cobrado un alto precio en el nivel de vida del personal del sector público y otras personas con ingresos fijos.
Los funcionarios de uno de los sectores más poderosos de Irán, el poder judicial, celebraron en enero unas manifestaciones poco frecuentes en las que pedían un aumento de sus salarios.
Un nuevo acuerdo nuclear y el temor de Israel
“Un nuevo acuerdo nuclear sería inminente y sería más frágil que el precedente”, declaró el primer ministro israelí Naftali Bennett ante el Consejo de ministros semanal. Añadió, además, que Israel se prepara “a todos los niveles para el día después” de la conclusión del acuerdo.
Estados Unidos informó el jueves pasado de “avances sustanciales” en las negociaciones de Viena para reeditar el acuerdo nuclear iraní, y consideraron posible un acuerdo “en los próximos días” si Irán “demuestra seriedad”.
Las conversaciones de Viena tienen como objetivo rescatar el acuerdo de 2015 que permitió el levantamiento de sanciones económicas internacionales contra Irán a cambio de límites estrictos a su programa nuclear, que supuestamente le impedían dotarse de la bomba atómica. Estados Unidos lo abandonó en 2018 bajo la presidencia de Donald Trump, que lo consideraba insuficiente, y restableció sus sanciones. En respuesta, Teherán eliminó en gran medida las restricciones a sus actividades nucleares.
Las negociaciones se desarrollan ahora entre los signatarios restantes del acuerdo (China, Rusia, Francia, Alemania, Reino Unido e Irán), con la participación indirecta de Estados Unidos, que no negocia cara a cara con Teherán
“El terrorismo iraní -prosiguió el primer ministro israelí- nos pone en peligro así como a otros países de la región (...) El Estado de Israel se prepara para el día después” de la firma del acuerdo “para garantizar la seguridad de sus ciudadanos por nuestros propios medios”.
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