Los ministros de Exteriores de las naciones que componen el G7 pidieron este sábado a Rusia que ponga fin a las actividades militares en las inmediaciones de la frontera con Ucrania. “No hemos visto hasta ahora pruebas de una reducción. Mediremos a Rusia en base a sus acciones,” indicaron los ministros, que se reunieron en los márgenes de la Conferencia de Seguridad de Múnich, en el sur de Alemania, según un comunicado difundido a los medios.
En el texto, calificaron de “amenazantes” las maniobras rusas y afirmaron que “la mayor movilización en el continente europeo desde el fin de la Guerra Fría” constituye un desafío “a la seguridad global”.
“El aumento de infracciones contra el alto el fuego a lo largo de la línea de contacto es altamente preocupante,” afirmaron, y condenaron los ataques contra zonas pobladas por civiles y la expedición de pasaportes rusos para los habitantes de los territorios que no están bajo el control de Kiev.
“Nos preocupa que incidentes escenificados sean utilizados como excusa para una posible escalada militar,” indicaron y conminaron a Rusia a usar su influencia sobre las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk para evitar este extremo.
Tras la reunión, en la que ejerció de anfitriona la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, los siete llamaron una vez más a Moscú a emprender “la ruta de la diplomacia” y reafirmaron su compromiso a dialogar sobre temas “de interés mutuo”.
“Rusia no debería tener dudas de que cualquier agresión militar contra Ucrania tendrá consecuencias masivas, entre ellas sanciones financieras y económicas contra un amplio espectro de objetivos sectoriales e individuales,” advirtieron.
Además, manifestaron su solidaridad con las personas de Ucrania y su “inamovible” compromiso con la soberanía y la integridad territorial del país.
Los ministros del G7 indicaron que la única vía para lograr una solución política duradera son las negociaciones en el formato de Normandía para lograr el cumplimiento en su totalidad de los Acuerdos de Minsk, y en ese sentido saludaron la buena disposición al respecto del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Mientras, Rusia realizó este sábado ejercicios militares de gran magnitud que incluyeron el disparo de potentes misiles, en una nueva demostración de fuerza en momentos en que Estados Unidos dice estar convencido de una invasión inminente a Ucrania.
Para sumar presión a este cóctel explosivo, el presidente ruso Vladimir Putin supervisó de manera personal este sábado ejercicios “estratégicos” con disparos de misiles “hipersónicos”, nuevas armas que el jefe del Kremlin calificó recientemente de “invencibles” y que pueden transportar una carga nuclear. “Los objetivos previstos durante los ejercicios de las fuerzas de disuasión estratégica se cumplieron totalmente. Todos los misiles alcanzaron los blancos establecidos”, afirmó la presidencia rusa en un comunicado.
La televisión pública rusa difundió imágenes de Putin sentado al lado de su homólogo y aliado bielorruso Alexander Lukashenko, escuchando en una sala de crisis los informes de sus generales por videoconferencia.
En los ejercicios participaron bombarderos Tu-35 y submarinos, según el Kremlin.
“Preparadas para atacar”
Estados Unidos acusa a Rusia de preparar un ataque inminente contra Ucrania, su vecino prooccidental, algo que Moscú niega, aunque mientras tanto exige garantías de seguridad como la retirada de la OTAN de Europa del Este y un freno a su ampliación, demandas inaceptables para Occidente.
Washington estima que Rusia dispone de 190.000 efectivos en las fronteras y el territorio de Ucrania, contando las fuerzas rebeldes separatistas.
Las tropas rusas en la frontera de Ucrania se están “desplegando” y están “preparadas para atacar”, dijo el sábado el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, durante una visita a Lituania.
La víspera, el presidente estadounidense Joe Biden afirmó estar “convencido” de que Putin ha decidido invadir Ucrania y que la multiplicación de incidentes en el este de ese país busca crear una “falsa justificación” para lanzar su ataque en la semana o los días venideros.
Pero mientras no se produzca una invasión, “la diplomacia es siempre una posibilidad”, dijo Biden anunciando un encuentro entre su secretario de Estado Antony Blinken y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, el próximo jueves.
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