Científicos de Nueva Zelanda descubrieron un raro tiburón fantasma bebé, una especie de pez poco conocida que vive en las oscuras profundidades del océano.
Debido a que habitan en aguas profundas, los tiburones fantasma son vistos rara vez, y los avistamientos de sus crías son aún menos comunes.
Se trata de una orden de peces cartilaginosos, lo que les da un aspecto misterioso y etéreo, y se alimentan de moluscos y otros animales del lecho marino. Se reproducen poniendo huevos envueltos en una fina y larga cápsula.
Su extraña apariencia, con una gran cabeza protuberante, una boca que se asemeja a la de un conejo y una larga cola que recuerda a la de una rata, también les ha valido el nombre de quimeras, como el monstruo de la mitología griega formado por partes de diversos animales. Estos peces alcanzan tamaños de hasta dos metros, de los cuales la mayor parte corresponden a su desmesurada cola. Una espina venenosa situada delante de la aleta dorsal les permite inyectar veneno a cualquier animal que los ataque.
El tiburón fantasma recién nacido fue recolectado por casualidad a una profundidad de aproximadamente 1,2 km bajo el agua cerca de la Isla Sur de Nueva Zelanda, mientras un grupo de científicos del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera realizaba una investigación de arrastre de poblaciones submarinas.
“Las especies de aguas profundas son generalmente difíciles de encontrar y, como los tiburones fantasma en particular, tienden a ser bastante crípticas”, le dijo a la BBC el doctor Brit Finucci, miembro del equipo que hizo el descubrimiento . “Así que simplemente no los vemos muy a menudo”.
Los científicos creen que el tiburón bebé había salido del cascarón recientemente porque su barriga todavía estaba llena de yema de huevo.
Finucci dijo que los tiburones fantasma jóvenes pueden exhibir características diferentes a las de sus versiones adultas, lo que hace que el descubrimiento sea más significativo.
“Los jóvenes pueden vivir en hábitats muy diferentes... pueden tener dietas diferentes, incluso pueden tener un aspecto muy diferente al de los adultos”, dijo el especialista al medio británico. “Encontrarnos con el juvenil nos ayuda a comprender mejor la biología y parte de la ecología de la especie”.
El investigador también dijo que ahora buscará averiguar la especie del tiburón bebé.
“Tomaremos una pequeña muestra de tejido y genética al azar”, dijo Finucci . “Luego, también haremos un montón de morfometría o medidas corporales, lo que también nos ayudará a evaluar qué especies estamos observando”.
Los tiburones fantasma no son tiburones reales, sino una especie de pez estrechamente relacionada con los tiburones y las rayas. Sin embargo, a diferencia de los tiburones y las rayas, sus branquias están escondidas por una solapa de piel, análoga al opérculo de los peces óseos. Asimismo, la mandíbula superior está fusionada con el resto del cráneo y presentan orificio anal y urogenital separados.
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