Vacunar contra el coronavirus a las mujeres embarazadas podría ayudar a prevenir las hospitalizaciones en los bebés después de su nacimiento, especialmente si las futuras madres se inmunizaron en una etapa avanzada del embarazo, informaron el martes investigadores estadounidenses.
Los investigadores creen que esta protección proviene en particular de una transferencia de anticuerpos contra el virus entre la madre embarazada y el bebé, a través de la placenta.
Los resultados arrojan luz sobre si los beneficios de la vacunación durante el embarazo se extienden a los bebés que serían demasiado pequeños para recibir las inyecciones.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos realizaron un estudio con bebés de hasta seis meses hospitalizados entre julio de 2021 y enero de 2022.
El estudio analizó los datos de 379 bebés hospitalizados: 176 con COVID-19 y 203 que ingresaron por otros problemas. Descubrió que las vacunas contra el COVID-19 eran un 61% eficaces en general para prevenir las hospitalizaciones en los niños cuyas madres fueron inmunizadas durante el embarazo.
Esa protección aumentó al 80% cuando las madres fueron vacunadas entre las 21 semanas y los 14 días antes del parto. Esto parece coherente con el hecho de que los niveles de anticuerpos disminuyen en los meses posteriores a las inyecciones.
La eficacia se redujo al 32% en el caso de los bebés cuyas madres fueron inmunizadas en la primera parte del embarazo.
La madre del único bebé que murió durante el estudio no estaba vacunada.
El estudio no toma en consideración a las mujeres que habían sido vacunadas antes del embarazo. Solo se incluyó a aquellas que recibieron ambas dosis o la segunda dosis de la vacuna Pfizer o Moderna cuando estaban embarazadas.
“En resumen, la vacunación materna es una forma muy importante de ayudar a proteger a estos bebés”, concluyó la investigadora de los CDC, Dana Meaney-Delman, en un encuentro con la prensa.
Aunque se espera que en las próximas semanas Pfizer presente los resultados de los ensayos clínicos para una vacuna aplicable a partir de los seis meses de edad, “no se contempla” una para los menores de seis meses, añade.
Por otro lado, los autores del estudio advirtieron que las estimaciones de la eficacia en las primeras etapas del embarazo deben interpretarse con precaución debido al pequeño tamaño de la muestra.
“En este momento queremos asegurarnos de que estamos protegiendo tanto a la madre como al bebé”, dijo Dana Meaney-Delman. “Así que en cuanto una mujer embarazada esté dispuesta a vacunarse, debería hacerlo”.
Según los CDC, las mujeres embarazadas corren un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave a causa del COVID-19, y el hecho de padecerla durante el embarazo puede aumentar el riesgo de parto prematuro, parto de mortinatos y posiblemente otras complicaciones.
Los CDC recomiendan que las mujeres que estén embarazadas, que estén amamantando, que estén intentando quedar embarazadas o que puedan quedarse embarazadas en el futuro se inmunicen y estén al día con las vacunas contra el COVID-19.
(Con información de Reuters y AFP)
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