La muerte del líder del Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim al Hashimi al Qurashi, es un golpe importante, pero el grupo terrorista, también conocido como Dáesh, ha demostrado repetidamente su capacidad para reagruparse y continuar con sus ataques, advirtió la ONU el miércoles.
“Aunque este es quizás el más significativo de una serie de golpes contra su liderazgo en los últimos meses, Dáesh es conocido por su capacidad para reagruparse a pesar de pérdidas similares en el pasado, manteniendo e intensificando sus actividades en zonas de conflicto de todo el mundo”, aseguró Vladimir Voronkov, el jefe de la oficina antiterrorista de las Naciones Unidas.
Voronkov habló ante el Consejo de Seguridad por primera vez desde la muerte el pasado jueves de Al Qurashi durante una operación estadounidense llevada a cabo en Siria.
El responsable de Naciones Unidas consideró alentadora la muerte del líder del EI, pero insistió en que no hay soluciones fáciles para el problema que plantea el grupo yihadista. “Es crucial aprovechar el impulso tras la reciente muerte de Al Qurashi. Ahora es el momento de abordar los agravios que Dáesh y otros grupos explotan con su propaganda para atraer a nuevos seguidores”, recalcó Voronkov.
El Consejo de Seguridad, como hace cada tres meses, discutió el miércoles la amenaza planteada por el EI, en una reunión marcada en esta ocasión por la muerte del líder yihadista y por el reciente motín y asalto llevado a cabo por miembros del grupo en una prisión siria, su mayor operación desde su derrota militar en el país hace tres años.
Según el análisis presentado por la ONU, el EI sigue contando con entre 6.000 y 10.000 combatientes en Irak y Siria, que aprovechan la frontera entre los dos países para moverse.
Mientras, las filiales del grupo en otras zonas de conflicto siguen “expandiéndose a una escala y ritmo inquietantes”, dijo Voronkov, que llamó la atención en especial sobre el avance yihadista en países africanos como Burkina Faso, Camerún, la República Democrática del Congo, Mali, Níger, Nigeria o Uganda.
En el caso de Afganistán, Naciones Unidas reiteró la preocupación de que Dáesh pueda disfrutar de una situación mucho más favorable tras la toma del poder por parte de los talibanes el pasado mes de agosto, pese a que estos han tratado de desmarcarse de ese grupo yihadista, incluso enfrentándose a ellos.
(Con información de EFE)
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