El Gobierno británico anunció este jueves una nueva y más severa batería de sanciones contra Rusia para que ponga fin “a su campaña de agresión en Ucrania”, según ha destacado el Ministerio de Asuntos Exteriores.
“Reino Unido ahora puede imponer sanciones a empresas e individuos rusos a través de una amplia gama de sectores económicos y estratégicamente significativos, como las industrias química, de defensa, de tecnologías de la información, y de servicios financieros”, explicó el comunicado de Exteriores.
Esta nueva batería de sanciones son parte de las medidas del Gobierno británico “para instar al Kremlin a poner fin a su campaña de agresión en Ucrania, pues tal y como ha subrayado la ministra de Exteriores, Liz Truss, “Reino Unido está decidido a apoyar la soberanía y el derecho de autodeterminación” de este país europeo.
“Instamos a Rusia a reducir la tensión y a elegir el camino de la diplomacia. Si Rusia persiste en su agresión hacia Ucrania, Reino Unido y sus socios no dudarán en actuar”, advirtió Truss.
Con esta medida, Londres podrá ahora sancionar no solo a quienes están directamente relacionados con la desestabilización de Ucrania, sino también a aquellas empresas y resto de entidades con vínculos con el Gobierno ruso.
“Estos cambios no designarán ni impondrán sanciones a ninguna persona o empresa de forma automática, pero proporcionarán los poderes necesarios para poder hacerlo en caso de una incursión rusa en Ucrania”, explicó el Ministerio de Exteriores.
Por otra parte, los ejércitos ruso y bielorruso iniciaron el jueves importantes maniobras en Bielorrusia, a las puertas de Ucrania, epicentro de las tensiones entre Moscú y Occidente, y en medio de intensos esfuerzos diplomáticos para desactivar la crisis.
El despliegue de estos soldados fue inmediatamente denunciado por la presidencia ucraniana como un medio de “presión psicológica” empleado por Moscú, que también ha concentrado desde noviembre más de 100.000 soldados cerca de su propia frontera con Ucrania.
El ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, lamentó “un gesto de gran violencia”, mientras que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó las maniobras de “momento peligroso para la seguridad en Europa”.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, calificó de “incomprensible” la preocupación de Occidente por las maniobras en Bielorrusia.
En Berlín, el jefe de gobierno alemán Olaf Scholz advirtió a Rusia que no subestime la “unidad” y la “determinación” de los europeos.
“Ahora esperamos que Rusia de pasos claros para reducir las tensiones actuales”, insistió tras una reunión con los líderes de los países bálticos, antiguas repúblicas soviéticas fronterizas con Rusia y ahora miembros de la OTAN y la Unión Europea.
Los países occidentales están abiertos a “un diálogo serio con Rusia”, añadió, diciendo que se habían presentado “propuestas concretas” a Moscú, sin entrar en detalles.
Rusia está acusada de preparar una nueva operación militar contra Kiev, tras la anexión de Crimea en 2014, acusaciones rechazadas por el Kremlin, que dice querer garantizar su seguridad ante la hostilidad de Kiev y la OTAN.
Las maniobras ruso-bielorrusas “se llevan a cabo con el objetivo de prepararse para detener y repeler una agresión externa en el marco de una operación defensiva”, declaró el Ministerio de Defensa ruso.
(Con información de Europa Press)
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