Japón celebró hoy la decisión de Estados Unidos de aliviar los aranceles al acero impuestos por el Gobierno de Donald Trump, para eximir la mayor parte de sus exportaciones al país, pero pidió una retirada completa e incluir al aluminio.
El portavoz del Gobierno japonés, Hirokazu Matsuno, calificó este martes en rueda de prensa la decisión como “un paso” para resolver la fricción comercial entre ambos países a cuenta de la subida impositiva implementada en 2018, pero señaló que Japón “seguirá insistiendo a EE.UU. para que los retire completamente”.
En virtud del acuerdo, que entrará en vigor el 1 de abril, hasta un máximo de 1,25 millones de toneladas métricas de acero (la cantidad promedio de acero japonés importado a EE.UU. en 2018 y 2019) podrán enviarse anualmente al país norteamericano sin tener que hacer frente al arancel adicional del 25 % adoptado por Trump.
La exención no afectaría, sin embargo, a la totalidad de las exportaciones si se superara dicho volumen y si el acero no está producido íntegramente en Japón, y el pacto no contempla la exención de la tarifa adicional del 10 % al aluminio, por lo que Japón ha acogido con contención el acuerdo.
El país asiático considera que dichos impuestos estadounidenses “podrían no ser coherentes con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), por lo que hemos venido pidiendo que los quiten”, explicó el portavoz Matsuno, una postura compartida por el ministro japonés de Comercio e Industria, Koichi Hagiuda.
Los requisitos sobre la procedencia del acero están considerados una medida para evitar que China evada esos aranceles al exportar a Estados Unidos través de Japón.
En este sentido, y en el marco del acuerdo de alivio arancelario, Washington y Tokio publicaron hoy una declaración conjunta en la que se comprometen a combatir “la excesiva producción de acero y aluminio” y adoptar medidas para lograr la descarbonización.
(Con información de EFE)
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