Un adolescente admitió haber matado a su hermana de 15 años después de que la joven fuera hallada estrangulada en un parque de casas rodantes en Gales.
Matthew Selby, de 19 años, se declaró culpable en ante el juzgado de Mold Crown Court del homicidio involuntario de su hermana Amanda por responsabilidad disminuida.
La joven murió después de que la policía recibiera informes de un “disturbio doméstico” en un parque de Abergele, localidad del condado de Conwy en Gales del Norte, el sábado 31 de julio del año pasado.
Por este caso, Selby debía ser juzgado por su asesinato a finales de este mes.
Pero en una audiencia previa llevada a cabo este lunes, el acusado apareció a través de un enlace en video y se declaró culpable por los cargos, buscando acogerse a una sentencia menor.
El fiscal del caso, Ian Unsworth, dijo que la Corona aceptó la declaración de homicidio involuntario, con base en un análisis minucioso de los informes psiquiátricos.
“Después de una amplia consulta con los que me instruyeron y también con la policía, esa es una súplica aceptable. Se basa en un análisis minucioso de los informes psiquiátricos y se basa en la responsabilidad disminuida”, dijo el juez.
Por su parte el juez del caso Rhys Rowlands afirmó: “Yo también he leído los informes de ambos psiquiatras y claramente entiendo la decisión tomada por la Corona”.
Sin embargo, Selby aún deberá ser evaluado nuevamente por un psiquiatra antes de recibir su sentencia definitiva la cual deberá conocerse el 18 de marzo. En la apertura de la investigación se informó que Amanda sufrió asfixia debido a una “comprensión en el cuello”.
Después de su muerte, su familia emitió un comunicado a través de la Policía de Gales del Norte que decía: “Amanda era una hija y una nieta amorosas: era cariñosa, atenta, le gustaba ayudar a los demás y la amaba mucho. La echaremos mucho de menos”.
La niña fallecida también recibió halagos por parte del personal de su escuela, sus amigos y vecinos que la conocieron, quienes también destacaron los problemas sociales de su hermano.
“Matthew tiene problemas de aprendizaje y creo que a sus padres les resultó difícil cuidarlo. No era un niño malo mientras crecía, pero exigía mucha atención. Era muy ruidoso y siempre sabías cuándo estaba jugando. Tuvo peleas con los otros niños, pero no fue nada grave. Eran sólo los típicas discusiones de los niños. Siempre parecía feliz”, afirmó uno de los vecinos de la familia a la prensa local.
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