El Gobierno sueco anunció este jueves que el próximo 9 de febrero eliminará todas las restricciones vigentes por la pandemia de coronavirus debido al alto porcentaje de población vacunada y a la menor peligrosidad de la variante Ómicron.
Suecia se une así a otros países nórdicos como Dinamarca, que las eliminó hace dos días, y Finlandia, que lo hará a lo largo de este mes, mientras Noruega ha suprimido la mayoría de las restricciones.
“Empieza a ser hora de abrir Suecia de nuevo. El contagio seguirá siendo alto durante un tiempo, pero las peores consecuencias han quedado atrás”, dijo en rueda de prensa la primera ministra, Magdalena Andersson.
Cuando prolongó las restricciones a finales de enero, Andersson ya había apuntado al 9 de febrero como posible fecha para su eliminación definitiva.
Al igual que en Dinamarca, el COVID-19 dejará de ser considerada una enfermedad “crítica” para la sociedad en Suecia.
El anuncio implica que dentro de una semana los bares y restaurantes podrán continuar abiertos después de las 23 horas y que desaparecerán todos los límites de aforo en actos públicos, así como la recomendación de trabajar desde casa y de reducir los contactos en interiores.
Andersson matizó no obstante que el riesgo para los no vacunados sigue siendo “alto”, sobre todo si se combina con una edad elevada, por lo que se mantendrán recomendaciones para ese grupo.
El 83,6% de los suecos mayores de 12 años han recibido la pauta completa de la vacuna, y el 49,8% de los mayores de edad, la dosis de refuerzo.
Tras apostar por muchas recomendaciones y apelar a la responsabilidad individual en la primera ola, las autoridades suecas introdujeron más restricciones a partir de la segunda en el otoño boreal de 2020 y han mantenido esa línea desde entonces.
El índice de mortalidad sueco es de 155,18 por cada 100.000 habitantes, más del doble que Dinamarca y cinco veces más que Finlandia, pero por debajo de la mayoría de países europeos.
(Con información de EFE)
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