Día Mundial sin hiyab: el conmovedor testimonio de una periodista iraní contra el fundamentalismo islámico

“Por esta protesta pacífica recibo diariamente amenazas de muerte”, denunció en un contundente video la comunicadora Masih Alinejad

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El conmovedor relato de Masih Alinejad contra el uso del hiyab

Este martes 1 de febrero se celebra el Día Mundial del Hiyab, una campaña que nació en el año 2013 para alentar a mujeres de todas las religiones a usar el hiyab o velo en señal de respaldo a las mujeres musulmanas. No obstante, hay quienes por el contrario exigen el día internacional “sin hiyab” para concientizar sobre las condiciones en las que viven las mujeres de Medio Oriente bajo la estricta ley de la sharía.

Una de las principales promotoras en la periodista iraní Masih Alinejad, quien este lunes compartió un conmovedor testimonio contra el fundamentalismo islámico.

“Por este simple acto de protesta, por esta protesta pacífica, por soñar con tener un ‘Día Mundial sin Hiyab’ en Irán, en Afganistán, por sentir el viento en mi pelo, por dar voz a las mujeres que no tienen medios de comunicación en Irán, recibo diariamente amenazas de muerte”, señaló en sus redes sociales la comunicadora estadounidense-iraní, de 44 años.

El contundente mensaje lo acompañó de un conmovedor video en el que se quita el velo -o hiyab- en señal de protesta contra la estricta ley que rige en su país.

Esto es lo que la República Islámica quiere que sea. Esto es lo que los talibanes y el ISIS quieren que seamos”, expresa con el velo puesto. Luego, se lo quita y asegura: “Este es mi verdadero yo”.

“En Irán me dijeron que si me quito el hiyab me colgarán de mi pelo por Dios. Me expulsan de la escuela, me dan latigazos, me encarcelan, me multan, la ‘policía moral’ me golpea en la calle todos los días. Si me violan, es mi culpa. Si me quito el hiyab, no podré existir como mujer en mi país”, relata Alinejad, una de las voces más críticas del régimen de los ayatolás, a quien el año pasado agentes de inteligencia de la República Islámica intentaron secuestrar en Estados Unidos, donde reside.

“En Occidente, me dicen que si comparto mis historias, causaré islamofobia. Soy una mujer de Oriente Medio y tengo miedo de las leyes islámicas; tengo miedo de todas las brutalidades que he vivido”, agrega en su crudo relato. Y concluye: “La fobia es un miedo irracional, pero mi miedo y el de muchas otras mujeres que viven bajo la sharía en Oriente Medio es racional. Así que, déjennos hablar”.

Irán es uno de los países donde rige de forma estricta el uso de hiyab para las mujeres (EFE)
Irán es uno de los países donde rige de forma estricta el uso de hiyab para las mujeres (EFE)

En árabe, “sharía” deriva de una palabra que significa el camino, o “la senda clara y bien recorrida hacia el agua”. Sin embargo, en la práctica se entiende, interpreta y aplica de forma diferente en todo el mundo, de acuerdo a las distintas tradiciones, contextos culturales y el papel del Islam en el gobierno.

Hay quienes tienen una postura más flexible, mientras que también están los que apoyan castigos severos, como cortar las manos a los ladrones o apedrear a las personas que cometen adulterio. Otros, en tanto, promueven la ejecución de apóstatas.

En el marco de esta estricta ley un tema controversial a los ojos de occidente es el rol de la mujer en el mundo musulmán.

Por ejemplo, la mujer está obligada a esconder su belleza de los que no son su “Máharim”, que serían aquellas personas entre las que el matrimonio sería ilegítimo por cuestiones de parentesco. De la misma manera, no puede saludar a los hombres que no son “Máharim”, ni quedarse sola con un extraño.

Según lo establecido por la sharía, la mujer musulmana sólo puede casarse con un hombre musulmán, y con el permiso de su protector actual. Una vez que contrajo matrimonio, su protector pasa a ser su esposo. Los hombres, en tanto, están habilitados a tener más de una mujer.

La periodista Alinejad Masih muestra un coche del FBI custodiando el exterior de su apartamento luego de que agentes iraníes intentaran secuestrarla (Foto: Twitter)
La periodista Alinejad Masih muestra un coche del FBI custodiando el exterior de su apartamento luego de que agentes iraníes intentaran secuestrarla (Foto: Twitter)

En caso de querer divorciarse, la mujer debe contar con el consentimiento de su marido y, al mismo tiempo, pagarle la dote. Si llega a cometer adulterio, se enfrenta a la muerte por azotamiento o lapidación.

Además, está sujeta a castigo después del testimonio de cuatro hombres justos, o tres hombres justos y dos mujeres justas.

La palabra femenina no tiene valor. Los crímenes que establece la sharía, como la homosexualidad, el adulterio, beber alcohol y combatir contra el régimen islámico, sólo pueden ser probados por los hombres. Si una mujer presenció una violación o un robo, no tiene derecho a atestiguar. En caso de hacerlo, será sometida a 80 latigazos.

La belleza y la vestimenta también es una cuestión a tener en cuenta a la hora de seguir la sharía.

A partir de los mandamientos de lay islámica también se han registrado crímenes de honor. Es decir, aquellos homicidios cometidos en represalia por deshonrar a la familia de uno. La ONU estima que miles de mujeres son asesinadas cada año en el nombre del honor de la familia.

La mutilación genital femenina, los matrimonios de niños y adolescentes, la poligamia, y las reglas de herencia sexistas, también despiertan una fuerte controversia en el mundo.

Respecto al uso del hiyab, países como Irán y Afganistán obligan a las mujeres a usarlo cuando están fuera de su casa. Y, si bien en la mayoría de los países musulmanes los gobiernos no obligan su uso a las mujeres, las familias conservadoras sí lo imponen después de la pubertad.

Un tema controversial a los ojos de Occidente es el rol de la mujer en el mundo musulmán (REUTERS/Gonzalo Fuentes)
Un tema controversial a los ojos de Occidente es el rol de la mujer en el mundo musulmán (REUTERS/Gonzalo Fuentes)

“Hiyab” en árabe significa “barrera” o “partición”. Hay muchas variantes de esta prenda. “Hiyab” se utiliza para referirse al concepto de cubrirse en general, y a un velo o pañuelo que cubre la cabeza y el pelo de la mujer. Pero también existen el “niqab” y el burka, que cubren además el rostro de la mujer. Ambos tienen una pequeña diferencia: el “niqab” tiene una abertura para los ojos, mientras que el burka tiene una pantalla sobre esa abertura.

Estos últimos son comúnmente utilizados en países como Arabia Saudita y Afganistán.

Las redes sociales desempeñan un papel fundamental en esta lucha contra el fundamentalismo islámico. En los últimos años creció el activismo a favor y en contra del uso del hiyab, que incluye un amplio debate entre el “Día Mundial del Hiyab” y el “Día Sin Hiyab”.

En 2019, Yasmine Mohammed, escritora canadiense y activista por los derechos de la mujer, decidió crear el “Día sin Hiyab”, también el 1 de febrero de cada año. Ese día, pide a las mujeres que compartan fotos de ellas con y sin hiyab junto con sus historias personales, tal como lo hizo este lunes Alinejad.

Mohammed explicó que decidió impulsar esta iniciativa al ver que el hiyab era presentado como un símbolo de libertad por la “propaganda islamista”. “Ni siquiera quieren reconocer el hecho de que a las mujeres las meten en la cárcel, les desfiguran la cara, pierden a sus familias, a sus amigos y a sus comunidades, y las amenazan de muerte o las matan por el hiyab”.

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