Joe Biden exigió este domingo a los talibanes, en el poder en Afganistán, la liberación del estadounidense Mark Frerichs, a quien “mantienen retenido hace dos años”, como un requisito previo para que avancen hacia la “legitimidad”.
“Los talibanes deben liberar inmediatamente a Mark antes de cualquier consideración de sus aspiraciones a la legitimidad. No es negociable”, escribió el presidente de Estados Unidos, recordando que este lunes se cumplirán “dos años” desde que este veterano de la marina estadounidense e ingeniero civil fuera secuestrado en Afganistán.
“Mark es un nativo de Illinois. Un hijo, un hermano y su familia soportó dos años desgarradores”, agregó el jefe de Estado en un comunicado.
En agosto de 2020 el FBI ofreció una recompensa de cinco millones de dólares por información que permitiera su regreso.
Su secuestro se dio en febrero de 2020 cuando Estados Unidos y los talibanes entraban en la fase final de negociaciones que condujeron a un acuerdo histórico el 29 de febrero tras 18 años de guerra.
Por su parte, un informe de la ONU al que la agencia Reuters tuvo acceso dice que se cree que los talibanes y sus aliados han matado a decenas de ex funcionarios, miembros de las fuerzas de seguridad y personas que trabajaron con el contingente militar internacional en Afganistán desde el retiro liderado por Estados Unidos.
El informe del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al Consejo de Seguridad del organismo describe el deterioro de las condiciones de vida de los 39 millones de habitantes de Afganistán, a pesar del fin de los combates con la toma del poder por parte de los talibanes en agosto pasado.
“Todo un complejo sistema social y económico se está cerrando”, dijo Guterres.
El reporte es la última de la serie de advertencias que el jefe de la ONU ha emitido en los últimos meses sobre la crisis humanitaria y económica que se aceleró después de que los talibanes tomaron Kabul, cuando se fueron las últimas tropas extranjeras lideradas por Estados Unidos y los donantes internacionales cortaron una ayuda financiera clave.
Guterres recomendó que el Consejo apruebe una reestructuración de la misión de la ONU para hacer frente a la situación, incluida la creación de una nueva unidad de supervisión de los derechos humanos.
La misión de la ONU “sigue recibiendo denuncias creíbles de asesinatos, desapariciones forzadas y otras violaciones” contra ex funcionarios, miembros de las fuerzas de seguridad y personas que trabajaron para el contingente militar internacional liderado por Estados Unidos, a pesar de una amnistía general anunciada por los talibanes, según el informe.
La misión ha determinado como reportes creíbles que más de 100 de esos individuos han sido asesinados, más de dos tercios de ellos presuntamente por los talibanes o sus afiliados, desde el 15 de agosto, dijo.
También hay denuncias creíbles de ejecuciones extrajudiciales de al menos 50 personas sospechosas de pertenecer a la rama local del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
“Los defensores de los derechos humanos y los trabajadores de los medios continúan siendo objeto de ataques, intimidación, hostigamiento, arrestos arbitrarios, malos tratos y asesinatos”, detalló.
Con información de AFP y Reuters
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