El presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Georg Bätzing, considera que el papa emérito Benedicto XVI debe pedir perdón por su papel en el escándanlo de abusos sexuales en la iglesia y aceptar sus culpas en el encubrimiento de casos.
“Debe pronunciarse, debe dejar de lado las recomendaciones de sus asesores y decir clara y sencillamente: cargo con una culpa, he cometido errores, le pido perdón a los afectados”, dijo Bätzing en el programa Anne Will de la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ZDF).
Bätzing considera que un problema de Benedicto XVI ha sido la tendencia a rodearse de asesores que no son los mejores.
Un informe sobre los casos de abusos sexuales en la Iglesia Católica señala que el papa emérito, cuando era arzobispo de Múnich y se llamaba todavía Joseph Ratzinger, encubrió a sacerdotes que habían cometido abusos sexuales.
A los religiosos acusados de varios abusos, casos que fueron comprobados por los tribunales, se les permitió seguir con sus obligaciones pastorales, según denuncia el informe. Los autores del documento están convencidos de que Ratzinger estaba al corriente del pasado pedófilo de uno de los sacerdotes involucrados y que no actuó con firmeza ante ello.
El papa negó todo los casos y con respecto a una reunión en la decidió que un sacerdote fuera trasladado a su diósesis, después de haber cometido abusos en otra, aseguró inicialmente, por escrito, que no había asistido a esta lo que después tuvo que corregir.
Benedicto XVI rectificó el lunes pasado las declaraciones dadas a los autores del informe sobre una reunión en 1980 dedicada a un cura pederasta, aclarando que se aceptó la solicitud de proporcionarle un alojamiento durante su terapia y recalcando que no se tomó ninguna decisión sobre la atribución de una misión pastoral.
Su secretario, Georg Ganswein, sostiene por su parte que no hubo intención de mentir sino “un problema de redacción” en el documento.
Tanto el Vaticano como el papa emérito manifestaron su “vergüenza” y “cercanía” a las víctimas de abusos sexuales tras la publicación del informe en Alemania.
A partir de los archivos y testimonios disponibles, los investigadores identificaron un total de 497 víctimas entre 1945 y 2019, en su mayoría niños y adolescentes, y 235 presuntos agresores, principalmente sacerdotes.
El informe de los abogados de Múnich “muestra clara y escandalosamente, una vez más, la magnitud de los abusos y los incumplimientos del deber por parte de los dignatarios de la iglesia”, dijo el viernes Christiane Hoffmann, portavoz del canciller Olaf Scholz.
(Con información de EFE y AFP)
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