El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, difundió este sábado un decreto que exige proteger a la juventud contra mensajes o imágenes en medios sociales, prensa y televisión que lleven a la “degeneración” de la sociedad, aunque sin concretar detalles.
El decreto presidencial, publicado en la edición del sábado del Boletín oficial del Estado, anuncia medidas contra los “contenidos escritos, verbales o de imagen perjudiciales” que “afecten negativamente el desarrollo físico o psíquico de infancia y juventud” en “varios medios, incluidas las redes sociales”.
La finalidad es presuntamente proteger a los más jóvenes “contra la degeneración y extranjerización de la cultura nacional”, señala el decreto.
“Se darán de inmediato pasos para eliminar elementos que vulneren los principios básicos de nuestra sociedad y que en los últimos días se han visto en pantallas de televisión que adaptan sobre todo contenidos extranjeros”, agrega el texto.
El diario digital opositor Diken asegura que el decreto se dirige en concreto contra un programa de la cadena turca Fox TV, modelado según un formato coreano y estrenado este año, en la que diversas celebridades disfrazadas con máscaras compiten cantando mientras jurado y público intentan descubrir quiénes son.
Las voces más conservadoras de Turquía han denunciado la difusión de mensajes subliminales y satánicos en el show, llamado The Masked Singer.
Ya el 3 de enero, Ibrahim Uslu, vicepresidente del Consejo de Radiotelevisión Turco (RTÜK), un organismo público de control de medios audiovisuales, prometió en la red social Twitter que su organismo iba a investigar el programa.
Sin embargo, el decreto presidencial, que solo cita como base legal el mandato constitucional de proteger infancia y juventud contra adicciones, drogas y vicios similares, no especifica ni los elementos considerados perjudiciales ni los procedimientos legales que se emplearán.
En el pasado, Turquía ha multado a plataformas de contenidos audiovisuales como Netflix por fomentar los derechos LGTB o por pornografía, inmoralidad o insultos a los valores religiosos. La semana pasada el RTUK recomendó no emitir una canción de Sezen Aksu por motivos religiosos, ya que se refiere a Adán y Eva como “ignorantes”.
“La libertad de expresión garantizada por la Constitución no puede ser destruida. La circular (...) implica más presión y censura”, denunció en Twitter el abogado Veysel Ok.
En otro orden de cosas, y en las últimas horas, también se ha dado a conocer que Erdogan sustituyó al ministro de Justicia, Abdulhamit Gul, que ha presentado su dimisión por motivos desconocidos y al director del Instituto de Estadística de Turquía, Sait Erdal Dinçer, después de publicar unos datos de inflación en sonora discrepancia con evaluaciones previas.
Dincer fue objeto de críticas después de publicar que la inflación anual del corriente mes se ubica en un máximo en 19 años del 36,1%.
“Tengo una responsabilidad para con 84 millones de personas”, declaró Sait Erdal Dincer, explicando al diario económico Dunya que, simplemente, es imposible publicar cifras de inflación diferentes a las constatadas por sus servicios.
Con información de EFE y EuropaPress
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