El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, cesó al responsable de la agencia estatal de estadísticas, según un decreto publicado el sábado, después de la publicación de cifras de inflación que molestaron al poder.
El alto cargo despedido, Sait Erdal Dincer, fue objeto de críticas después de publicar los datos de precios al consumo de este mes, que situaban la inflación anual en un máximo en 19 años del 36,1%.
“Tengo una responsabilidad para con 84 millones de personas”, declaró Sait Erdal Dincer, explicando al diario económico Dunya que, simplemente, es imposible publicar cifras de inflación diferentes a las constatadas por sus servicios.
Por su parte, la oposición aseguró que esa tasa estaba por debajo del aumento real del coste de vida, que sería al menos dos veces superior.
Según las cifras oficiales publicadas a principios de mes, la inflación anual de Turquía se disparó mucho más de lo previsto, hasta el 36,08% interanual en diciembre, la más alta desde septiembre de 2002.
En términos intermensuales, los precios al consumo subieron un 13,58%, según el Instituto Turco de Estadística, frente a una previsión de Reuters del 9%. La previsión de inflación anual era del 30,6%.
El índice de precios de producción aumentó un 19,08% intermensual en diciembre, con una subida anual del 79,89%, según los datos publicados, que se deben en gran medida al aumento de los precios de las importaciones debido a la crisis monetaria.
Se trata del mayor IPC anual desde el 37,0% de septiembre de 2002, antes de que el Partido AK del presidente Erdogan llegara al poder por primera vez en noviembre de ese año. Las previsiones de 13 economistas oscilaban entre el 26,4% y el 37,3%.
La inflación se ha situado en torno al 20% en los últimos meses, impulsada por la caída de la lira a mínimos históricos después de que el banco central recortara su tipo de interés oficial en 500 puntos básicos desde septiembre, bajo la presión de Erdogan.
Erdogan no justificó su decisión de cesar al director de la agencia y reemplazarlo por Erhan Cetinkaya, que había servido de vicepresidente del regulador bancario de Turquía.
“Esta decisión solo aumentará la falta de confianza en los datos oficiales, en un contexto en el que la política económica es ya una fuente de preocupación”, consideró el analista Timothy Ash, de Blue Bay Asset.
El incremento de precios del consumo, más de siete veces superior al objetivo inicial del gobierno, se explica por la caída de casi el 45% del valor de la lira turca frente al dólar a pesar de una serie de medidas de urgencia anunciadas en diciembre por el jefe de Estado.
Esta inflación no solo está dañando la economía, sino también la popularidad de Erdogan que en enero había prometido “reducir la inflación a un dígito lo más rápido posible”.
Además, el presidente turco también nombró a su ex viceprimer ministro Bekir Bozdag como ministro de Justicia en sustitución del veterano Abdulhamit Gul.
“El ministro de Justicia fue reemplazado, el presidente del Tüik [la oficina nacional de estadísticas] fue despedido antes de que se publicaran las nuevas cifras de inflación, y no sabemos porqué”, señaló en Twitter el ex vice primer ministro Ali Babacan, que dejó el Partido de l Justicia y el Desarrollo (AKP), al que pertenece Erdogan, para fundar el Partido de la Democracia y el Progreso (DEVA).
(Con información de Reuters y AFP)
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