Naciones Unidas se ha mostrado este miércoles “profundamente preocupada” por los derechos de los niños en Burkina Faso tras el golpe de Estado militar del pasado lunes que derrocó al presidente Roch Mac Christian Kaboré y se saldó con la suspensión de las instituciones democráticas.
En un comunicado conjunto, la representante especial de Naciones Unidas para Niños y Conflictos Armados, Virginia Gamba, y la representante especial del Secretario General de Naciones Unidas sobre la Violencia, Najat Maalla M’jid, han resaltado que es “urgente” proteger los derechos de los niños en el país.
En este sentido, han hecho un llamado a todas las partes del conflicto para que cumplan con sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional humanitario “para garantizar la protección de los niños contra la violencia”.
“Garantizar la protección de los niños y sus derechos y promover acciones guiadas por el interés superior del niño es vital en todas las comunidades, incluso cuando los niños se ven afectados por la inestabilidad política y la violencia armada. Los derechos de los niños deben salvaguardarse en todo momento”, ha dicho Gamba.
En concreto, han señalado que la situación se está deteriorando “rápidamente” en distintos frentes, como la inseguridad, la violencia armada, la pobreza, la malnutrición, los efectos de la pandemia de COVID-19, así como la crisis climática, política y social.
“Mientras tanto, las mujeres y los niños son los más afectados y están desproporcionadamente expuestos a violaciones, incluida la violencia, la explotación, el secuestro, el reclutamiento y la utilización por parte de grupos armados y la violencia de género”, han apuntado.
Gamba y Maalla M’jid han resaltado que los niños “son objeto intencional de procesos impulsados por motivos políticos, manipulados por el crimen organizado o por grupos designados como terroristas por la ONU”.
“Cada vez que surge una nueva amenaza, quienes trabajan para proteger a los niños deben moverse con rapidez para cerrar las brechas y recordarles a los portadores del poder, una vez más, sus responsabilidades”, han agregado.
Naciones Unidas calcula que en Burkina Faso hay cerca de 1,5 millones de desplazados internos, siendo el uno por ciento menores no acompañados. Asimismo, un tercio de los niños están en riesgo de ser reclutados por grupos armados o de ser sometidos a explotación infantil.
Las mujeres y las niñas, que representan al 54 por ciento de los desplazados internos, tienen un “alto riesgo” de sufrir violencia sexual y de género por los grupos armados. En este sentido, las dos representantes de la ONU han instado a las autoridades a que protejan el derecho a la educación para las niñas, “que con frecuenta se pasa por alto y se descuida”.
“Instamos a la acción positiva y cooperativa de todas las partes para asegurar la protección plena y efectiva de los niños contra la violencia”, han zanjado.
(Con información de Europa Press)
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