Un barco de la Marina de Nueva Zelanda cargado con 250.000 litros de agua potable para abastecer a la población de Tonga llegó este viernes al país, seis días después de que la nación insular fuera golpeada por un devastador tsunami.
El navío HMNZS Aotearoa arribó al puerto de Nuku’alofa con el cargamento de agua y una planta de desalinización con capacidad de producir 70.000 litros al día, confirmó en Facebook la Alta Comisión de Nueva Zelanda en Tonga.
La contaminación de los acuíferos por las cenizas volcánicas y su salinización a causa del tsunami han hecho que la escasez de agua potable sea uno de los problemas más graves a los que se enfrenta Tonga estos días.
Los equipos de emergencia tonganos “comenzaron a descargar y distribuir los suministros de agua”, indicaron las autoridades neozelandesas junto a las fotos de la llegada del barco.
La ministra neozelandesa de Exteriores, Nanaia Mahuta, anunció este viernes el aumento de un millón de dólares neozelandeses a 3 millones (de 673.000 dólares a 2 millones de dólares) de los fondos humanitarios destinados a la recuperación de Tonga tras el desastre natural.
“Este apoyo permitirá que se envíen a Tonga suministros cruciales, como agua potable, alimentos, así como equipos de ingeniería y herramientas para limpiar los escombros, en los próximos días y semanas”, dijo la canciller en un comunicado.
La ayuda humanitaria comenzó a llegar a Tonga el jueves mediante dos vuelos procedentes de Nueva Zelanda y Australia, mientras que las autoridades tratan de “coordinar” nuevos vuelos humanitarios para los próximos días, apuntó este viernes el Ministerio de Defensa australiano.
La entrega de ayuda “sin contacto” tiene que cumplir los estrictos protocolos contra la pandemia implementados en Tonga, que permanece libre de COVID-19 y solo ha detectado un caso importado desde el inicio de la crisis sanitaria mundial.
“Coordinar nuestras llegadas nos permite gestionar varios factores importantes, incluido garantizar que no haya riesgo de transmisión de COVID-19 entre las tripulaciones de vuelo”, apuntó el Gobierno australiano al precisar que “todos los miembros de la tripulación deben tener un resultado negativo del virus antes de embarcar”.
El jueves un segundo vuelo australiano tuvo que regresar al país sin descargar la ayuda “debido a problemas”, informó Canberra sin aportar más detalles.
Además de esta ayuda, se encuentran de camino un barco de la Marina australiana y esta noche tiene previsto zarpar otro navío neozelandés, confirmaron las autoridades de ambos países.
La violenta erupción el sábado del Hunga Tonga Hunga Ha’apai y el tsunami que generó, con olas de hasta 15 metros de alto, ha costado la vida a al menos tres personas, aunque se teme que el número sea mayor por la destrucción ocasionada, con algunas islas totalmente devastadas por la catástrofe.
Los 105.000 habitantes de este archipiélago formado por 169 islas han estado prácticamente incomunicados desde que ocurrió el desastre por la rotura de un cable submarino, que está conectado con Fiyi y que brinda conexiones telefónicas y de internet al país.
La empresa Digicel, la principal de Tonga, informó que desde la noche del miércoles se ha restablecido la comunicación internacional por satélite, lo que aliviará la situación de aislamiento mientras se realizan las reparaciones del cable submarino en las próximas cuatro semanas.
(Con información de EFE)
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