Rusia está reclutando mercenarios y suministrando armamento pesado para las milicias prorrusas del Donbás, según denunció este viernes la inteligencia militar ucraniana (GUR). Por su parte, los servicios de seguridad acusaron a Moscú de estar detrás de una campaña de falsas alertas de bomba para “sembrar el pánico” en el país.
“Los responsables de las fuerzas armadas rusas siguen fortaleciendo las capacidades de combate” de los separatistas en el este del Ucrania y enviándoles tanques, sistemas de artillería y municiones, afirmó en un comunicado el servicio de inteligencia militar ucraniano.
“El objetivo de los servicios especiales del país agresor es evidente: reforzar la presión sobre Ucrania, sembrar la ansiedad y el pánico en la sociedad”, afirmaron en un comunicado los servicios de seguridad ucranianos.
“Rusia está reclutando activamente mercenarios, que están siendo enviados a los territorios provisionalmente ocupados de las regiones de Donetsk y Lugansk tras completar cursos intensivos en los centros de instrucción” rusos, señala el comunicado del GUR en su página de Facebook.
Además, desde principios de año Moscú ha introducido “secretamente” por tren y carretera en el Donbás prorruso “más de 7.000 toneladas de combustible, varios tanques y unidades de artillería autopropulsada”.
También han enviado munición para piezas de artillería y otros sistemas de armamento “letales” con el fin de “ampliar el potencial militar” ruso en las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk.
Tanto Ucrania como EEUU han alertado de que Rusia podría invadir el país vecino en cualquier momento, temor alimentado por las maniobras militares rusas en la frontera y en territorio bielorruso.
Por eso, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha solicitado a Occidente más armamento para modernizar su Ejército, algo que le prometió esta semana en Kiev el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.
En tanto, Ucrania también denunció a Rusia de estar detrás de una campaña de falsas amenazas de bomba dirigidas a la sociedad en los últimos días.
“El objetivo evidente de los servicios especiales del país agresor es ejercer una presión adicional sobre Ucrania, para sembrar la alarma y el pánico en la sociedad”, dijeron los servicios de seguridad de Kiev en un comunicado.
En un intento de rebajar la tensión, Blinken y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se reúnen hoy en Ginebra, aunque el segundo admitió al comienzo de la reunión que no espera “avances”.
Mientras, el portavoz de las milicias de la república popular de Donetsk, Eduard Basurin, también denunció hoy a medios rusos los supuestos preparativos del Ejército ucraniano para el inicio de “acciones militares en el Donbás”.
Según Basurin, Kiev estaría concentrando en la línea de separación armas y municiones, lo que incluiría el armamento suministrado últimamente por los países occidentales.
En otras cosas, Ucrania habría transportado a la zona varias lanzaderas de misiles, además de nuevas unidades de francotiradores y drones ofensivos con armamento letal.
(Con información de EFE y AFP)
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