Rusia demanda la retirada de las fuerzas extranjeras y de su armamento de Bulgaria y Rumania, punto incluido en las garantías de seguridad que exige Moscú para evitar la expansión de la OTAN y el emplazamiento de armas ofensivas cerca de sus fronteras, afirmó este viernes el Ministerio de Exteriores de Rusia. Bucarest ya rechazó la solicitud y Estados Unidos indicó que responderá a las solicitudes la próxima semana.
“Se trata de la retirada de las fuerzas extranjeras, equipamiento bélico, armamento (...) con el objetivo de retornar al estado existente en 1997 en los países que no eran miembros de la OTAN en aquel momento. Entre ellos están Bulgaria y Rumania”, señaló la diplomacia rusa.
Según el Ministerio de Exteriores las propuestas rusas “fueron formuladas de un modo totalmente preciso que no admite ningún tipo de doble interpretación”.
En rápida respuesta, Rumania rechazó la exigencia rusa. “Tal demanda es inaceptable y no puede ser parte de una negociación”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado de prensa.
Rumania dijo que la presencia de la OTAN en los países aliados era “una reacción puramente defensiva ante el comportamiento cada vez más agresivo de Rusia en la vecindad oriental (...) que actualmente se intensifica a pesar de los intentos de la OTAN de entablar un diálogo constructivo.”
El país, que ya acoge a unos 1.000 soldados estadounidenses en su territorio, dijo el jueves que está dispuesta a acoger a otros más, así como a tropas francesas, tras el anuncio del presidente galo, Emmanuel Macron.
En la reunión entre el canciller ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, Washington se comprometió a responder por escrito a las demandas rusas la próxima semana, pero adelantó que también incluiría sus propios pedidos.
En los últimos años, Rusia ha acusado a la OTAN de incrementar su presencia militar y el despliegue de armamento cerca de sus fronteras, desde los tres países bálticos -Lituania, Letonia y Estonia- hasta Polonia, Rumania y Bulgaria, elementos estratégicos que Moscú considera una amenaza directa para su seguridad.
En particular Rusia ha condenado el emplazamiento de elementos estratégicos del escudo antimisiles de la OTAN en Rumania, ya que estos pueden ser remodelados fácilmente para ser usados como lanzaderas de misiles.
Moscú divulgó en diciembre pasado los borradores del tratado y el acuerdo que propone a EEUU y la OTAN, respectivamente, para abrir una nueva era de seguridad que ponga fin a la inestabilidad que trajo, según el Kremlin, el fin de la Guerra Fría y la hegemonía en solitario de Washington sobre el globo.
Con respecto a EEUU, Moscú propuso la firma de un nuevo tratado que excluya el emplazamiento de armamento nuclear fuera de las fronteras de ambos países y el retorno a sus silos de las armas ya desplegadas antes de la entrada en vigor del documento vinculante que propone.
En una propuesta sin precedentes, ambas partes también se comprometerían a la destrucción de la infraestructura ya existente para ello en el extranjero, además de dejar de efectuar ensayos nucleares e instruir a especialistas civiles y militares de otros países.
Rusia propuso a su vez a la OTAN un acuerdo de nueve puntos en el que destacan las demandas de que el bloque desista de “toda actividad militar” en territorio de Ucrania y de varios países de Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central.
El tratado con Washington también le obligaría a descartar una futura expansión de la OTAN hacia el este renunciando a aceptar en el seno de la Alianza a todas las antiguas repúblicas soviéticas.
Las propuestas rusas fueron calificadas de ultimátum por Occidente, que sin embargo, ha defendido la posibilidad del diálogo diplomático para rebajar las tensiones en la frontera con Ucrania ante la amenaza de una invasión rusa.
(Con información de EFE y AFP)
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