La Unión Europea pidió el lunes a Moscú que libere inmediatamente a Alexei Navalny, el más firme crítico del presidente Vladimir Putin y que ha sido encarcelado desde hace un año, en lo que la UE condenó como un acto con motivaciones políticas.
“Hoy se cumple un año de la detención y el encarcelamiento del político opositor ruso Alexei Navalny a su regreso a Rusia de un tratamiento médico que le salvó la vida en Berlín tras un intento de asesinato en territorio ruso”, dijo el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, en un comunicado.
“Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades rusas para su liberación inmediata e incondicional sin más demora”.
Borrell también condenó lo que calificó como una consistente campaña de desinformación contra Navalny y sus asociados en los medios de comunicación estatales rusos, así como la persecución de los miembros de la red del dirigente opositor.
En los últimos meses, las autoridades rusas han perseguido a los grupos afiliados a Navalny, de 45 años, que está cumpliendo dos años y medio de prisión por violaciones de la libertad condicional relacionadas con un caso de fraude que, según él, tuvo una motivación política.
En junio, un tribunal ruso dictaminó que la fundación anticorrupción de Navalny era “extremista”.
Navalny fue trasladado a Alemania para recibir tratamiento médico en agosto de 2020 tras ser envenenado en Siberia con lo que los expertos occidentales concluyeron que era el agente nervioso militar Novichok.
El Gobierno ruso ha negado estar detrás del envenenamiento y ha rechazado las conclusiones de los expertos -que provocaron una nueva oleada de sanciones contra Rusia- y ha acusado a Occidente de una campaña de desprestigio en su contra.
Navalny “no se arrepiente” de nada
El opositor aseguró este lunes que “no se arrepiente ni un segundo” de haber regresado a Rusia, donde hace un año fue detenido, e instó a sus compatriotas a “no tener miedo”.
“Lo he hecho y no me arrepiento ni un segundo”, escribe en las redes sociales, sobre su lucha contra el Kremlin y su retorno al país, donde corría el riesgo de ser arrestado, tras meses de convalecencia en Alemania.
Navalni, antes omnipresente en las manifestaciones y en las redes sociales, sólo se expresa ahora con mensajes escritos en línea que divulgan sus abogados. “Tras un año en prisión, les digo (...) lo que ya dije ante el tribunal: no tengan miedo”, agregó el opositor. “Es nuestro país, y no tenemos otro”.
La publicación de este lunes está acompañada por una foto del opositor, ataviado con el uniforme de detenido, en compañía de su esposa Yulia.
Otra vez ante la justicia
Este lunes Navalni volvió a aparecer en video en un tribunal de distrito de Petushki, de la región de Vladimir, donde el opositor está encarcelado, según imágenes de la cadena independiente en línea Dojd.
Esta vez, lo hizo por dos querellas que interpuso contra la administración penitenciaria.
Navalni participó en la audiencia, a través de videoconferencia, encerrado en una célula y ataviado siempre con un uniforme de detenido, según imágenes de esta cadena. Una de sus querellas fue rechazada y la otra, aplazada.
“Infierno en la Tierra”
Un año después de su detención, “Navalni y los activistas políticos asociados a él están viviendo un infierno en la Tierra”, consideró este lunes Amnistía Internacional.
Desde entonces, “las autoridades rusas han lanzado una campaña sin precedentes de represión y represalias” contra Alexéi Navalni y sus apoyos, “destrozando cualquier vestigio de la libertad de expresión y de asociación”, agregó la oenegé.
El arresto de Navalni dio lugar a varios días de manifestaciones hace un año, pero fueron duramente aplacadas. A la represión de su movimiento siguió una creciente presión contra los medios de comunicación críticos con el Kremlin y contra las oenegés, a las que se tildó de “agentes extranjeros”, un estatuto que dificulta su trabajo y los enfrenta a graves problemas legales.
En diciembre, la emblemática organización Memorial, pilar de la defensa de los derechos humanos en Rusia, fue prohibida. La semana pasada, los dos principales colaboradores de Alexéi Navalni fueron añadidos a la lista de “terroristas y extremistas” de las autoridades.
A partir de ahora, Ivan Jdanov y Leonid Volkov, ambos exiliados fuera de Rusia, son considerados como “terroristas y extremistas”, según la lista del servicio ruso de inteligencia financiera, Rosfinmonitoring.
Los dos opositores, de 33 y 41 años, estaban encargados del Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) de Navalni y de la red regional de su organización, hasta que éstas fueron prohibidas por la justicia rusa en junio de 2021.
Este lunes, Leonid Volkiv consideró en las redes sociales que el 17 de enero “entraría en la historia como el principio del fin del putinismo”.
(Con información de Reuters y AFP)
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