Una joven británica fue condenada a 10 meses de prisión por tratar de incriminar a su novio en una supuesta trama de amenazas contra su vida.
La joven, Courtney Ireland-Ainsworth, envió las amenazas desde hasta 30 cuentas falsas que creó en Instagram y las usó para acudir a la policía e incriminar a su novio, Louis Jolly, acusándolo de estar detrás de ellas.
Los mensajes eran viles y explícitamente violentos, hablaban de querer asesinar a la joven a puñaladas, de clavarle cuchillos en el pecho.
Courtney hizo 10 declaraciones policiales diciendo que Louis la estaba acosando, mostrando los mensajes como prueba, lo que llevó al arresto del joven en seis ocasiones y a que pasara un total de 81 horas bajo custodia, incluida la prisión preventiva durante la noche.
Jolly fue acusado de asalto y acecho, y se dictó una orden de protección a favor de Ireland-Ainsworth. El joven salió bajo fianza, pero se le prohibió salir de su casa e incluso fue despedido de su trabajo.
Pero de acuerdo con un juzgado británico, todo esto fue ocasionado por una red de engaños creada por la joven para vengarse de su ex.
“Usted creó una red de engaños venenosos completamente ficticia pero superficialmente creíble durante más de cinco meses”, dijo el registrador Ian Harris a Ireland-Ainsworth durante la audiencia.
Jolly, de 22 años, dijo que estuvieron juntos durante dos años, pero se separaron en “buenos términos” en octubre de 2019, antes de que Ireland-Ainsworth comenzara a salir con un nuevo novio, un hombre llamado Declan Rice.
El Tribunal de la Corona de Liverpool escuchó a Ireland-Ainsworth, ahora de 20 años, y luego los detalles de sus “mentiras deliberadas y malévolas”.
Paul Blasbery, fiscal, dijo que hizo numerosas llamadas a la policía del 15 de julio al 13 de diciembre de 2020 y proporcionó capturas de pantalla de los mensajes y los nombres de las cuentas de Instagram, que atribuyó a su víctima.
Sus 10 declaraciones policiales llevaron a que Jolly fuera arrestado repetidamente entre el 5 de septiembre y el 14 de diciembre, en una ocasión detenido durante la noche para comparecer ante el tribunal, a pesar de que siempre mantuvo su inocencia.
“Usted dijo que después de que lo arrestaran, el acoso empeoró. Proporcionó imágenes de daños a la propiedad y a usted misma, donde dijo que la apuñaló con un cuchillo Stanley, y había una cicatriz en su pecho”, agregó Harris.
La madre de Ireland-Ainsworth llamó a la policía el 15 de noviembre y dijo que a Jolly la había amenazado con apuñalarla en las redes sociales.
Como consecuencia a estas reiteradas denuncias Jolly recibió una orden de protección provisional contra el acecho el 4 de diciembre y estuvo en libertad bajo fianza durante seis semanas con un toque de queda domiciliario etiquetado electrónicamente, entre las 7 p. m. y las 7 a. m. todos los días.
Ireland-Ainsworth lo acusó de violar la orden y su madre volvió a llamar a la policía el 13 de diciembre para denunciarlo.
Sin embargo, cuando la policía recibió los datos que había solicitado a Facebook, empresa dueña de Instagram, para rastrear las cuentas de donde venían las amenazas, la información mostró que al menos 17 cuentas de Instagram habían sido creadas con dos de las direcciones de correo electrónico y las direcciones IP de Ireland-Ainsworth conectadas a su casa y teléfono móvil.
La joven fue arrestada y entrevistada en diciembre de 2020, cuando confesó, antes de que la Fiscalía de la Corona suspendiera las acusaciones de acoso y agresión contra el Jolly.
“Ella intentó minimizar durante esa entrevista lo que había hecho. Eventualmente lo admitió. Dijo que su exnovio, el señor Jolly, la estaba molestando, pero para que la policía lo creyera, envió mensajes falsos a la policía para que lo tomaran en serio”, afirmó el fiscal.
Ireland-Ainsworth, que no tenía condenas previas, admitió haber pervertido el curso de la justicia.
De acuerdo con su abogado defensor, Jim Smith, la joven tenía 19 años en el momento de los hechos, era inmadura y se le había diagnosticado un trastorno de estrés postraumático (TEPT) “complejo”.
Dijo que un psiquiatra descubrió que sus ofensas podrían “comprenderse en parte” en el contexto de sus problemas de salud mental y su dificultad para “manejar relaciones personales íntimas”.
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