Una enfermera de Palermo, en Sicilia (sur de Italia) fue puesta en arresto domiciliario tras una investigación de la que resultó que había realizado falsas vacunaciones contra el coronavirus a familiares y ella misma había también fingido recibir la dosis de refuerzo.
En un comunicado de la Policia de Palermo se explica que las acusaciones emitidas por la Fiscalía contra la enfermera del centro de vacunación “Fiera del Mediterráneo” son de “falsificación de información y malversación de fondos”.
La mujer, que también ejerce como enfermera en el Departamento de Enfermedades Infecciosas del centro ARNAS de Palermo está acusada de haberse beneficiado de una falsa tercera dosis contra el Covid-19 y de haber practicado también, durante un turno de servicio, falsas inoculaciones de vacunación a dos familiares identificados como antivacunas.
Se trata de un nuevo caso de sanitarios en Italia arrestados por fingir vacunar tanto a familiares como incluso recibir dinero para poner vacunas falsas.
La Policía parlermitana recuerda que en diciembre pasado, otra enfermera del mismo centro de vacunación fue también detenida fingir vacunar a once sujetos, entre ellos un conocido líder del movimiento antivacunas, actualmente sometido a medidas cautelares en prisión.
Por el momento, los dos familiares que recibieron la falsa vacuna están siendo investigados por los delitos de complicidad en la malversación de fondos y falsificación de información, y se están realizando más investigaciones destinadas a identificar otras vacunas falsas similares.
Otros casos similares
La semana pasada también fue detenido un enfermero acusado de simular haber administrado la vacuna contra el coronavirus a por lo menos 45 personas para que pudieran obtener el pasaporte sanitario de forma fraudulenta, deshaciéndose de las vacunas en un contenedor e incluso colocándoles bandas adhesivas sanitarias a sus “pacientes” para no levantar sospechas.
La policía de la ciudad de Ancona, en la costa oriental de Italia, también puso bajo arresto domiciliario a cuatro presuntos cómplices, acusándolos de encontrar clientes antivacunas que estuvieran dispuestos a pagar por un pasaporte sanitario en lugar de recibir las vacunas.
La policía filmó al enfermero mientras trabajaba en un enorme centro de vacunación de Ancona, en el que aparentemente vertía el contenido de la jeringa en el contenedor de residuos médicos antes de fingir que inyectaba el brazo del paciente para luego ponerle un curita.
Los sospechosos están acusados de corrupción, falsificación de información y malversación de fondos, aunque la policía añadió que el plan de vacunación falsa también desperdició un “recurso público fundamental”.
En Italia son cada vez más duras las medidas contra las personas no vacunadas, a las que se les exige una prueba de vacunación o de recuperación reciente de COVID-19 para acceder a una serie de actividades recreativas, así como a servicios como el transporte público. Italia, donde se registró el primer brote de Europa en febrero de 2020, ha inoculado al 86% de su población mayor de 12 años y ha administrado refuerzos a cerca del 60% de las personas elegibles.
La policía ha iniciado varias investigaciones sobre pases sanitarios falsos, y un caso que llamó la atención fue el de un dentista que fue a vacunarse con un brazo falso de silicona. Después de que sus acciones resultaron en una investigación penal en su contra, el dentista anunció que finalmente se había vacunado y que sólo protestaba por los requerimientos de vacunación impuestos por el gobierno a los trabajadores de la salud.
(Con información de EFE y AP)
Seguir leyendo: