Inglaterra ha anunciado que no va a pedir ninguna prueba para acceder al país a los viajeros que tengan la pauta completa de vacunación a partir de febrero, ya que el gobierno se prepara para levantar todas las restricciones, según informa el diario ‘The Times’.
El anuncio oficial de la medida supondrá un impulso para el sector turístico, está previsto para el 26 de enero, día en el que se espera que el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, levante las restricciones que estableció en diciembre para combatir la variante Ómicron.
Las autoridades sanitarias de Reino Unido registraron este sábado 81.713 nuevos contagios tras bajar el viernes de los 100.000 positivos por primera vez desde el 21 de diciembre.
Tras unas semanas inmerso en un significativo repunte de los contagios, los casos diarios de Reino Unido comienzan a consolidar una tendencia decreciente. El Gobierno británico se vio obligado a reimponer ciertas restricciones ante el incremento de contagios y las preocupaciones que plantea la variante ómicron del SARS-CoV-2.
El ministro de Sanidad británico, Sajid Javid, anunció el jueves una reducción a cinco días de la cuarentena mínima para las personas positivas al COVID-19 en Inglaterra, buscando “minimizar” el impacto de las ausencias laborales en la economía.
“Hemos revisado el periodo de aislamiento para los casos positivos, para garantizar que las medidas establecidas maximizan la actividad económica y educativa, por ejemplo, pero también minimizan el riesgo de que las personas contagiosas abandonen la cuarentena”, anunció ante los diputados.
Citando cifras de la agencia británica de seguridad sanitaria, UKHSA, el ministro defendió que “alrededor de dos tercios de los casos positivos dejan de ser contagiosos al final del quinto día”.
Así, a partir del lunes, las personas que hayan dado positivo al test del COVID-19 podrán abandonar la cuarentena si tiene dos resultados negativos consecutivos en el quinto día y a principios del sexto.
Hasta ahora, el periodo de aislamiento era de hasta diez días con la posibilidad de reducirlo a siete si se tenía una prueba negativa.
En vista del absentismo masivo por COVID-19 que está perturbando sectores clave como la sanidad, la educación y el transporte, el gobierno de Boris Johnson estaba bajo presión para reducir el periodo de aislamiento a cinco días, como ya hizo Estados Unidos.
Uno de los países más castigados de Europa por la pandemia, con más de 151.000 muertes, el Reino Unido ha registrado en las últimas semanas un récord de infecciones diarias atribuidas a la variante Ómicron, pero el número de casos positivos ha estado disminuyendo en los últimos días.
(Con información de Europa Press y AFP)
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