Xie Yang es un abogado de derechos humanos con sede en Hunan, que representó a la familia de Xu Chunhe, un hombre asesinado a tiros por la policía en la provincia de Heilongjiang en mayo de 2015. También ha representado a quienes participan en el Movimiento de Nuevos Ciudadanos, el Partido Democrático Chino, cristianos y víctimas del acaparamiento de tierras.
Según relata en Twitter la esposa del abogado, Chen Guiqiu, “las fuerzas de seguridad del Estado se llevaron a Xie el día 11 de enero, y desde entonces se desconoce su paradero”. En otro tuit posterior, Chen pide a las autoridades de la ciudad de Changsha, en el centro del país, la libertad inmediata de su marido.
Xie fue detenido en 2015 y juzgado en 2017 por “subversión contra el poder del Estado” y “alterar el orden”, delitos frecuentemente utilizados en China contra activistas y disidentes. El abogado, que tras su detención denunció torturas por parte de las autoridades, finalmente acordó con ellas una confesión en la que las negaba a cambio de que no se le impusiera una sanción criminal y se le permitiera seguir ejerciendo.
En comunicaciones con sus abogados en agosto de 2016 y enero de 2017, Xie Yang denunció haber sido torturado por agentes en el centro de detención de Changsha, donde se encontraba recluido: actos de acoso verbal, amenazas, golpizas por parte de los guardias y otros reclusos bajo las órdenes de los guardias, y colgando del techo.
Ante la preocupación internacional, las autoridades chinas respondieron con una campaña de difamación contra otro abogado detenido, Jiang Tiangyong, actualmente preso en Changsha. Los medios chinos afirmaron que Jiang Tianyong se había confabulado con la esposa de Xie Yang para fabricar las denuncias de tortura; en una entrevista televisada, Jiang Tianyong confirmó esta historia. La familia y los colegas de Jiang Tianyong creen que las declaraciones de Jiang Tianyong se hicieron bajo coacción.
Las autoridades chinas han seguido acosando a la familia y al abogado de Xie Yang durante su detención. A principios de marzo de 2017, las autoridades intentaron bloquear la emigración de la familia de Xie Yang de Tailandia a Estados Unidos; más tarde ese mes, las autoridades obligaron al abogado de Xie Yang, Chen Jiangang, a abandonar el caso de Xie Yang.
Cuando finalmente se programó el juicio de Xie Yang para fines de abril de 2017, casi dos años después del arresto del defensor, los defensores de los derechos humanos y los diplomáticos extranjeros que planeaban asistir al juicio se vieron frustrados por un aplazamiento de último minuto del juicio a una fecha no especificada.
Eso lo convirtió en el único abogado de los afectados por las redadas “709″ en mantener su licencia y, en un caso inédito, fue puesto en libertad (vigilada) bajo fianza en agosto de 2017, cuatro meses antes de conocerse su sentencia, en la que no se le impuso pena.
No obstante, en 2020 cancelaron el permiso de trabajo de Xie para seguir ejerciendo su profesión. En noviembre de 2021 Xie tuvo problemas con su pase sanitario en el teléfono cuando planeaba visitar a la madre de Zhang Zhan, una ciudadana ahora encarcelada que informó desde Wuhan de los primeros compases de la pandemia y que el año pasado se puso en huelga de hambre.
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